miércoles, 30 de enero de 2008

Deshielo


Intento comprender la sed,
intento comprender el vaso roto,
intento comprender el agua que fluye
y que no alcanzo
Intento comprenderlo todo,
lo que no tengo, lo que no puedo,
pero sólo sé ahogarme
en el deshielo.




martes, 29 de enero de 2008

Al gato con botas raidas (II)


(A.)

Ningún trazo de mí en tu vida, todo borrado, inexistente. ¿Tendré una memoria inventada? nada fue lo que creí que era. He estado hilvanando la historia, las fechas, todo cuadra, la escapada más que justificada, no sentías. haber empezado por ahí, ¿qué estaba sosteniendo?

Perdón por aquellos improperios (digo imbécil, imbéciles todos para no resentirme demasiado).

un hombre que sabe escribir no puede ser bueno (bis) porque lo que no escribe me duele demasiado

ahora seguiré limpiando y quizá haga alguna última llamada. una última llamada.


ANTONIO GAMONEDA (IV)


Las uñas de animales inexistentes arrancan nuestros ojos en

los sueños.


Así es la noche.


(De Arden las pérdidas)


lunes, 28 de enero de 2008

La puerta de atrás


Anoche jugué a las dos puertas imaginarias. Abrir una para que sólo uno pudiera pasar a mi habitación. Saber quién domina mis pulsaciones, mis vísceras, mis deseos. En una esperaba mi esposo, en la otra el imbécil de moro. Una elección clara y coherente, a simple vista. Pero cerré los ojos y recordé momentos que no condicionaran ni mi odio ni mi juicio. Abrí la puerta imaginaria y tiré de la mano de moro. No puedo hacerme responsable de lo que no sé justificar. Fue el mejor verano de mi vida y no entiendo por qué he de creer que es un indeseable al que no he de volver a ver nunca más. No entiendo por qué el deber, la moral, la fidelidad, las buenas maneras. No entiendo por qué lo que no puedo es lo que siempre me atormenta.


sábado, 26 de enero de 2008

MARIA-MERCÈ MARÇAL (II)



La meva set és un mirall obscur
i clos on s´emmiralla, oberta, la teva aigua...

Perquè no en defugies el dol voraç i el glaç,
som dues nits a contradir la nit.

(De Desglaç)



Mi sed es un espejo cerrado y oscuro
en el que se refleja tu agua, abierta...
Por no evitar el hielo ni aquel duelo voraz,
ahora somos dos noches que desmienten la noche.



(Traducción de Clara Curell)




viernes, 25 de enero de 2008

Siembra


Abajo la tierra es árida,
no encuentro un solo lugar
donde sembrar mi dolor.


Me crece dentro,
llenándome toda
de sales, de agua,
de raíces violentas,
de frutos malnacidos.


Mamá, mamá, ¿por qué,
por qué me creaste
funestamente fértil?


Mi cuerpo tiene mil surcos
y no existe nadie
a quien culpar de su azada.



(Subterránea)




lunes, 21 de enero de 2008

VIOLETA C. RANGEL* (II)


Pudo ser ayer o hace un verano,
en una tarde de esas tontas
cuando andaba a salto de los trenes
o bebía ron con esos guiris.

Pero no, te empeñas en venir
justo a esta hora,
cuando no llueve ni hace frío,
y estoy triste, y ya ni tengo
ganas de abrir mi sangre a nadie.

En fin, es justo ahora,
con la olla por los suelos,
y unas ganas de morirme
a cualquier precio, cuando escucho
tus pasos en la hierba,

y llamas, llamas... ¡dios!,


y corro a abrirte.



(De La posesión del humo)


La escena omitida


(Al otro lado de la trinchera, uno de ellos tiene treinta años y va sobrado en valor. Excava una zanja y se cuela hasta este lado, no le importan los cortes de esas lazos espinosos cuidadosamente anudados, no deben hacer demasiado daño, soy una blanda y todos lo saben. Me saca un pañuelo blanquísimo, limpísimo, embriagadísimo en suavizante, ¿vienes en son de paz? ah, no, es para quitarte los mocos y secarte las lágrimas. Me recoge en un abrazo y me recuerda lo hermosos que son algunos imbéciles enamorados, boba mía, vámonos a casa, ya está bien de jugar a morir).


Trincheras


No es porque hoy no ame y sólo odie demasiado, indiscriminadamente, vengativamente, odio y odio con berrido herido. No es por eso, es porque observo, me aislo, analizo y encuentro el problema de esta cuestión de incompatibilidad sentimental. Mi discurso, aunque errado y agónico, es sensato, descorazonado y transparente. El suyo una secuencia de delirios edulcorados, producto de la hipnosis pasajera y el embobamiento hormonal. Porque nadie más estúpido que un hombre enamorado.


Niña fea e insomne


Perdí el día de ayer, perdí el día de antes de que fuera ayer y el día del día de antes de antes muy antes de todos los ayeres. Perdí todos los días de mi vida hasta donde me alcanza la memoria.

A los tres años tuve más valor que veinte hombres de treinta (aunque he conocido muy pocos hombres de treinta que hayan tenido valor) y me bebí de un trago el futuro que entonces sabía a caramelo de fresa. Malditos tubos, malditos médicos, malditos padres, se empeñaron en hacerme vivir.

He perdido muchos días y ahora insisten en regresar (no sé qué buscan, a qué viene ésto) abarcando uno por uno cada hora en la que me maltratan con recuerdo e insomnio, torpe, extremamente fatigada, triste y fea.




miércoles, 16 de enero de 2008

Coquito, bichito, llorona, niña tonta (II)


...


lengua sucia



Coquito, bichito, llorona, niña tonta


Tiene nombre de perra, de chucha, de muchacha ñoña en almíbar, de putita recatada y literaria, de funda de taza de váter en terciopelo, de cuarentona rosa que se niega a envejecer. Pero tiene lo más hermoso que a mí nunca me has dado, un recuerdo, una nostalgia, un poema bien hecho, bien sentido. Sí, algo celosa, enrabietada, hinchada a chocolate y a lexatines que no alivian. Lo más hermoso y para mí nada. ¿Cómo repartes?

Por eso llora la vieja puta sin atractivo, musa tercermundista, tierra árida. Nada aprovechable. Por eso llora, de puro inservible, no por ti, no te confundas, siempre me diste un poco lo mismo, yo sólo amaba tus manos, esas que no me dieron más que gestos de adiós, encantado de follar, ya no me llames.



VIOLETA C. RANGEL*


CAL VIVA


Nadie repara un corazón,
nadie devuelve una memoria ni un castigo,
la casa de tu padre no está en venta
y en tus entrañas nace un árbol viejo.


(De La posesión del humo)


martes, 15 de enero de 2008

Torpe ritmo


Que seáis bien follados
y así dejadme vivir
¿en paz?


Último tropiezo


Hablaría de dolor, de una punzada muy honda, de un temblor en la garganta y de una rabia en los dedos. Hablaría de causas perdidas, del ladrón de piezas de puzzle antiguo, de lápices sin punta, de juegos sin amigos. Hablaría de la pus, del abandono, de una ciudad inmensa y de un largo silencio. Hablaría de mí, disfrazada de interrogación, persiguiendo a fantasmas, asustándolos, espantándolos, llorando sobre una huija a los huídos. Hablaría de cosas tan ridículas y tan obvias, que para qué mancillarme más, para qué más suciedad, si ya es bastante con el barro en la entrepierna. "Puta, puta" me decía, escupiéndome a ciegas y yo pensaba que aquello era un poema de amor.


lunes, 14 de enero de 2008

ISLA CORREYERO


PONTE DE RODILLAS

Ponte de rodillas y dime que no me has olvidado.
Ponte de rodillas tío y pídeme perdón.


Como cenizas como metal como ciruelas negras
me he transformado sobrellevando el peso de tu
sombra.
Te he visto al alba con una cadena de palidez
en torno de tu inmovilidad
y he permanecido en una silla de leche y de madera
mientras te miraba la enfermedad del corazón
y el temblor respiratorio que tienes tío.


Violentamente preparada y desmedida
me he levantado de mi muerte y mi deseo
para desplomarme ante tu indiferencia.


La cantidad de destrucción que me has causado tío
es como un saco de piedras atado
a mi brazo derecho.


He acumulado venganzas y pasiones que no son de este
mundo. Solitarias y desobedecidas.


Mitigar mi dolor es tan imposible
como una conspiración en contra tuya.
Mis enemigos
son tus más patológicos amigos.


Si trabajo es por ti tío
y tú jamás has resucitado mi trabajo.


Sin resurrección y sin aliento sigo
a pesar de la calcinación en que me has devorado
y hecho humo.


Por distancia entre tu gris vestidura
y mi ascético espacio
y déjame respirar cruzando el mundo


definitivamente tío pidiéndome perdón
soltándome
como a una perra
alada.


(De Amor tirano)


domingo, 13 de enero de 2008

Invisibilidades


Eres
lo que no dices, lo que no se ve,
el asco del humus de la tierra,
el corazón de un glóbulo rojo,
la sed de una gota de agua en Marte.
Vida subterránea
o siesta sobre una nube gris
y un canto en silencio
por no despertar a los muertos.

Tienes los senos fríos
¿por qué me apartaste las manos?


Porque me gusta erizarme
donde nadie pueda verme,
infectarme con el placer solitario
que emana de mis yemas
cuando me acaricio las púas.
Mi lengua es una luciérnaga
encogida, somnolienta,
apagada, alas rotas.
Porque hoy no tengo el cuerpo
para vuelos,
porque hoy no quiero tenerte cerca.


(Subterránea)



viernes, 11 de enero de 2008

KEPA MURUA


SILENCIO


y le rodeaba una melena de sangre,

una pisada, un emblema


la voz retuvo la llegada, una botella

alargó la distancia,

no tenía más que recordar la madriguera

pero se detuvo, y optó por rescatar

aquello que los hombres no entienden



(De Cardiolemas)


lunes, 7 de enero de 2008

Habitación 110 (II)


Tus pechos podridos.
Tus pechos que no darán
de beber larga vida.
Tus pechos que nunca más
amamantarán a una saga
de hijas hermosamente
tristes.

Tus pechos se mueren

y mi amor se ha despertado
tarde, sediento.







sábado, 5 de enero de 2008

ELADIO ORTA


RARAS CONDICIONES

No espero a nadie/ (pero a ratos miro por la ventana)/
a quién espero/ (si detesto las compañías) /
qué clase de mujer puede amar a un hombre /
que pone sobre la mesa / (dos raras condiciones) /
mear en escupidera de nácar y /
compartir cagada en el retamar/ (romanticismo /
bucólico)/ (realismo sucio) / (hijo de las retamas)/

la mujer que espero no vendrá / (ha desechado /
presentarse a la prueba) /

(De Sincronía del solejero)

viernes, 4 de enero de 2008

Resaca


Demasiado enamorada.

Demasiado pronto.
Demasiado tarde.
Respeto, respeto, respeto.
He de controlarme.




¿(Des)acierto?


Dije mucho, dije casi todo, dije más que nunca. Dije tanto. Pero no supe decirle que sí cuando "¿Te vienes a dormir conmigo?". Me callé. Porque me miré el dedo corazón, la palabra escrita sobre él para no olvidarme. Respeto.


jueves, 3 de enero de 2008

ELOY SÁNCHEZ ROSILLO


LA LUZ


No se puede prever. Sucede siempre
cuando menos lo esperas. Puede pasar que vayas
por la calle, deprisa, porque se te hace tarde
para echar una carta en correos, o que
te encuentres en tu casa por la noche, leyendo
un libro que no acaba de convencerte; puede
acontecer también que sea verano
y que te hayas sentado en la terraza
de una cafetería, o que sea invierno y llueva
y te duelan los huesos; que estés triste o cansado,
que tengas treinta años o que tengas sesenta.
Resulta imprevisible. Nunca sabes
cuándo ni cómo ocurrirá.
Transcurre
tu vida igual que ayer, común y cotidiana.
"Un día más", te dices. Y de pronto,
se desata una luz poderosísima
en tu interior, y dejas de ser el hombre que eras
hace sólo un momento. El mundo, ahora,
es para ti distinto. Se dilata
mágicamente el tiempo, como en aquellos días
tan largos de la infancia, y respiras al margen
de su oscuro fluir y de su daño.
Praderas del presente, por las que vagas libre
de cuidados y culpas. Una acuidad insólita
te habita el ser: todo está claro, todo
ocupa su lugar, todo coincide, y tú,
sin lucha, lo comprendes.
Tal vez dura
un instante el milagro; después las cosas vuelven
a ser como eran antes de que esa luz te diera
tanta verdad, tanta misericordia.
Mas te sientes conforme, limpio, feliz, salvado,
lleno de gratitud. Y cantas, cantas.


(De La vida)