domingo, 28 de junio de 2009

Luna nueva

*


Yo me resisto al ataque, lo juro, pero no puedo.
Me aprieto las manos muy fuertemente cerrándole el paso a las palabras,
creyendo que no voy a decirlo.
Me arde el esófago, qué calor tan insoportable, este fuego que no me da la inmortalidad
(tampoco la quiero), sino que devasta la poca vida que pudiera animar mi paisaje.
Y hoy la luna nueva, el ciclo recomenzará para otros.
Aquí abajo el círculo se estrecha como los nudos en la soga del ahorcado.


Siempre consistió en lo mismo, no más engaños, no más especulaciones,
toda mi narración no fue más que un preámbulo a la muerte.

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