lunes, 30 de noviembre de 2009

La historia de desamor de la niña lechuza (VIII)



El lagarto me dejó rota, él lo sabe
y bromeamos con ello
mientras le rozo con mis pedazos
más lacerantes.
(Pienso, qué guapo estás, bichejo,
qué bien te sienta el amor).
Él los acepta con su mejor sonrisa,
en una rendición que me incomoda.
Me siento culpable por repudiarle,
por desear con todas mis fuerzas
arrancarle la piel a tiras, a arañazos secos.
He perdido y no puedo hacer nada.
He perdido, simplemente,
he perdido una vez más
y me irrita este despecho velado
que me he negado a gritar,
que yo misma me he obligado a curar.



La historia de desamor de la niña lechuza (VII)


Redundancia reptil
y amarga.
Por la mañana,
lagarta.
Por la tarde,
lagarto.
¿Por qué el azar
me obliga a tanto
en un solo día?
¿Por qué someterme
a más frío,
a más gris?



Esta tierra me raspa

hasta la sangre.


sábado, 28 de noviembre de 2009

Prologando mangueras rojísimas y azulísimas


"Un prólogo es un estado de ánimo. Escribir un prólogo es como afilar la hoz, como afinar la guitarra, como hablarle a un niño, como escupir por la ventana. Uno no sabe cómo ni cuándo las ganas se apoderan de uno, las ganas de escribir un prólogo, las ganas de estos leves sub noctem susurri."

Søren Kierkegaard, Prólogos





En el terror (VI)


(26/10/09)
Pequeña lechuza asustada,
no temas ya los grandes vuelos,
las distancias más lejanas.


El peligro estaba tan sólo
a dos metros de tu nido,
camuflado
en una nocturnidad cotidiana,
en una noche apacible.



viernes, 27 de noviembre de 2009

De cómo Cecilia pasa frío (y sed y hambre y desamor) por ser un poco idiota


Dí por hecho que la ventana estaba estropeada, que no podía cerrarse. Dí por hecho, como siempre. ¿Para que intentarlo si iba a seguir igual?


Después de mi crisis de frío, alguien llegó y la cerró de golpe.
No estaba rota.

jueves, 26 de noviembre de 2009

En clase

...

Un frío que me abrasa las costillas. Nunca es suficiente mi abrigo. Y no me muevo, podría cambiar de sitio, pero no me muevo, continúo al lado de la ventana desvencijada por la que se filtra la humedad de esta raquítica lluvia, el viento. Toso. No me muevo. Tirito. No me muevo. Tengo ganas de llorar (es este humor sinestésico) y no me muevo.

Entonces abro la boca, parece que llego a la determinación, siento que mis manos quieren deslizarse, que mis pies se inquietan, que activaré mis engranajes, que saldré por fin de aquí. Sin embargo sólo me oigo decir: "mi fracaso es un lienzo tan blanco".

sábado, 21 de noviembre de 2009

Cumpleaños febril


(Desde la cama: nacer, crecer, amar entre las sábanas. A pesar de la fiebre y de los llantos.)


Es la vigesimo-sexta oportunidad
para aprender a vivir.



viernes, 20 de noviembre de 2009

T´es beau...



(23/10/09)

La lechucita vuelve sola
al amanecer.
Pero ahora sabe
que existe un árbol
donde la esperan.





(Canturreaba y escribía aquella fatídica noche, mientras caminaba de vuelta a casa, minutos antes de ser asaltada por el terror. Recuerdo que me detuve para anotarlo y que me sentía tan protegida por la buenaventura, que no corrí cuando presentí aquellos pasos...)




jueves, 19 de noviembre de 2009

El aleteo de la niña lechuza




"Qué palabra tan preciosa, qué momento tan fascinante, el battementailes, su sonido furtivo".
Battementailes, battementailes, he repetido muy bajito, apenas un susurro. No quiero que sepa, de momento, que ha formulado la palabra mágica, que ha roto el maleficio, que ha sido así elegido (él que tanto me habla de pájaros, sin saber que uno tiembla entre sus manos) para contemplar el espectáculo del nuevo vuelo tras la herida, de la eclosión de la belleza más ardiente en el dorado de este otoño.




domingo, 15 de noviembre de 2009

L´attente


LUI

Il est assez difficile de profiter de cette période qui précède la relation. L´état d´attente dans lequel on se trouve alors empêche de s´intéresser à quoi que ce soit d´autre que la concrétisation de la relation elle-même. Rétrospectivement, cette phrase apparaît aux esprits les plus révisionnistes comme un espace d´attente purement euphorique.
Cela n´est pas tout à fait le cas.
La possibilité d´intrigue entraperçue entraîne un effet une grande difficulté à vivre sereinement 
l´instant présent.
La perspective de ne pas mener à son terme une relation bien engagée devient même une idée fixe.
Le patient présente alors un symptôme fréquemment répertorié: l´inquiétude.


Vincent Delerm, Le fait d´habiter Bagnolet.


ÉL

Es bastante difícil disfrutar de este periodo que precede a la relación. El estado de espera en el que nos encontramos impide interesarse en lo que sea distinto de la concretización de la relación en sí misma.
Retrospectivamente, esta frase aparece en las mentalidades más revisionistas como un espacio de espera puramente eufórico. 
No es del todo el caso.
La posibilidad de intriga entrevista entraña un efecto una gran dificultad de vivir con serenidad el instante presente. 
La perspectiva de no sacar adelante una relación muy comprometida se convierte incluso en una idea fija. 
El paciente presenta un síntoma frecuentemente catalogado : la inquietud. 

Trad. de Cecilia Rubio Gil



sábado, 14 de noviembre de 2009

En-amor-hada


(7/11/09)


Me dijo:
"Quiero dormir esta noche contigo"

y una muralla antiquísima
se derrumbó en mi corazón.





martes, 3 de noviembre de 2009

Recital


Este jueves día 5, a las 19h., leeré alguno de mis poemas sobre las Metamorfosis de Ovidio, con motivo del IV Simposio de Estudios clásicos extremeños. Tendrá lugar en el paraninfo de la facultad de Filosofía y letras de la Universidad de Extremadura (Cáceres).




(Debería estar contenta, emocionadísima, pero lo cierto es que no. Igualmente me haría mucha ilusión saber que alguno de mis amigos acudió a apoyarme en mi debut como lectora de mis propios poemas.)



Gracias, mil gracias

a los que me habéis dejado palabras tan calurosas como el más fuerte de los abrazos.
Me encuentro debilitada y demasiado entristecida para escribir (¿más que de costumbre?, se preguntarán), incluso para enunciar, pero sigo viva, al fin y al cabo, y con el pecho todavía palpitante. Ahora me retiro a mi esquina ensombrecida, a contemplar lo que sucede mientras yo callo, a esperar el día en el que podré volver a decir y suene un canto.


Un abrazo fortísimo.


Cecilia.