viernes, 25 de mayo de 2012

Retiro (voto de silencio)


Son paredes blanquísimas y silenciosas las que me habitan. He rechazado hasta mi propia voz, mi compañía. Muy pocas veces una pequeña concesión para no olvidar el mundo al que he de volver algún día.

Abro entonces con esfuerzo el batiente de la ventana, atascada por la mugre, la quietud y el tiempo.
 Miro afuera. Todo es un pastizal amarillento, seco.
No hay lugar para mi sombra.