Y, entonces, omitir la respuesta, porque no podría decirte que no sé, que no sé quién de las dos está empujando despiadadamente a la otra al margen, si es la vida o soy yo.
Late, late, late, pequeñísimo corazón de un pájaro al borde de su rama precipicio.
2 comentarios:
Si la respuesta carece de importancia ¿también la pregunta carece de importancia?
Porque se me escapan las diferencias entre centro y margen o entre vida y tú.
Será que a las diferencias se les escapa lo importante.
Si es que existe.
No, no es importante. Sólo se trata de estar o de dejar de estar. Fuera de uno mismo, como tú dices, carece de importancia.
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