Te he visto en el clarividente delirio de mi insomnio. Te llamas Violeta y, más que por tu personalísima belleza, te recordarán por tu inmensa bondad y la exquisita inteligencia de tus versos. Serás la música misma. La pureza del resultado de este ensayo-error.
La vida.
1 comentario:
A veces, la infusión de araucaria
-tremendamente amarga-
endulza el error en el ensayo.
Otras, no.
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