domingo, 25 de enero de 2015

Abandono en el frío



Caía la nieve sobre la oscuridad de mi flaqueza desnuda. Te humedecías mirando mi tráquea transparente, mi esternón vibrante. Yo, pensando que quizás era algo capaz de desatar el tacto te susurraba, no quería molestar, murmuraba tan enajenada, tan bajito, era un verso extraño, lo sé, pero te hablaba. Miraste. Te humedeciste. 


¿Me ayudaste? No, se habría roto tu línea recta.




Pequeño Vals Vienés



                             

sábado, 24 de enero de 2015

MARÍA POLYDOURI


«Sotiría»

Que se marche ya el día con sus luces.
¿Por qué la noche se demora tanto?
Entre las sombras del pinar
una butaca me espera.

Se apagarán las lámparas en las alcobas
y el sueño acudirá como un desmayo.
Una cama vacía, en este sitio,
no le sorprende a nadie.
Me envolverá la oscuridad,
mientras me enredo entre las sombras
profundas, y creeré ser algo,
otra vez, de este mundo.
En el temor se adentrará la noche
cuando el viento aparezca de repente.
El eucalipto agitará su cabellera
con los secretos de los sueños.
Acecharé el recóndito torneo
del otoño, ese enemigo invicto.
Me acunará, como una alegre canción,
su restallar desesperado.
Y aunque yo no lo aguarde, ha de venir (lo sé)
el gato aquel que va de ronda.
Un gato que ignora lo que es una caricia,
y ni la da ni te la pide.
Tan sólo se sienta a mis pies,
indiferente a la acritud del frío.
Con discreción, evita mi mirada,
y es como si me conociese ya de antiguo.

De Los trinos que se extinguen, Vaso Roto Ediciones, 2013.




«Σωτηρία»
Ας περάσει πια η μέρα με το φώς της.
Η νύχτα γιατί τόσο αργοπορεί;
Στων πεύκων τις σκιές μια πολυθρόνα
με καρτερεί.

Των θαλάμων θα σβήσουνε τα φώτα
κι’ ο ύπνος θάρθη σα λιγοθυμιά.
Ένα αδειανό κρεββάτι, εδώ δίνει
εντύπωση καμμιά.
Θα με διπλώση το σκοτάδι κι’ όπως
μεσ’ στις βαθιές σκιές θα μπερδεφτώ,
πως είμαι θα πιστέψω πάλι κάτι
από τον κόσμο αυτό.
Μέσα στο φόβο θα βαθαίνη η νύχτα
όταν ο άνεμος θάρθη ξαφνικά.
Ο ευκάλυπτος τα μαλλιά του θα τινάξη
και των ονείρων μαζί τα μυστικά.
Το μυστικόν αγώνα θα γροικάω
του φθινοπώρου, ανίκητος εχθρός.
Θα με λικνίζη χαρωπό τραγούδι
ο απελπισμένος θρός.
Κι’ αν δεν την καρτερώ, ξέρω πως θάρθη
η γάτα αυτή που νυχτοπερπατεί,
μια γάτα που δεν ξέρει τι είνε χάδι
και δεν το δίνει και δεν το ζητεί.
Στα πόδια μου κοντά κάθεται μόνο,
αδιάφορη στο κρύο το παγερό,
διακριτικά το βλέμμα μου αποφεύγει
κ’ είνε σα να με ξέρη από καιρό.

Μαρία Πολυδούρη

martes, 20 de enero de 2015

Resurreciones



Me insuflas aire y aire y más aire. Descargas, titán amable, toda tu fuerza sobre mí. Quieres salvarme, vives para salvarme. Te llamas Amor y en tu nombre agitas los cielos, las tierras y allí, donde vivo, las aguas más turbias.

Entonces me sonríes, gesto de héroe creyéndose victorioso y esperas encontrar vida, recobrar la vida y me miras a los ojos, a lo más profundo de los ojos y crees verme allí. Y no te das cuenta del engaño, trampantojo. Y no sabías que todo este tiempo estuviste mirando a través del cristal de un acuario
de peces inertes danzando boca arriba. 












miércoles, 14 de enero de 2015

Ejercicios de carencia




...

desaprender los posesivos.



jueves, 8 de enero de 2015

Diagonal, 579




Aquí no encuentro mi campo poemacional. Solo repito poemas desvirtuados en mi memoria, letanías de versos desasosegantes ya escritos. Calles descritas asperamente. Yo, sin voz, sin presencia, casi invisible, oquedad entera. Sin poesía. No, Barcelona no me deja ser poesía. Fonollosa se la llevó toda.



* * *


Aquí soy lo común: nadie.