martes, 8 de marzo de 2011

CECILIA RUBIO GIL


ECO A NARCISO



Te amo, amo, amo
y de tanto amarte, arte, arte
ya no soy más que una voz
y sus huesos, esos, esos.
Mientras que tú,
desdeñando el temblor
de los sometidos idos, idos,
a tu belleza
solamente suspiras si eres tú
el que te mira, ira, ira.

Cuídate, amor mío, mío, mío
de los delirios de espejo
y de los deseos que nos ahogan,
por no poder alcanzarlos, arlos, arlos.



(Metamorfosis, 2009)



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Christina Rosenvinge, Canción del eco (La joven Dolores, 2011)