martes, 30 de junio de 2009

BLANCA VARELA (III)


FUENTE

Junto al pozo llegué,
mi ojo pequeño y triste
se hizo hondo, interior.

Estuve junto a mí,
llena de mí, ascendente y profunda,
mi alma contra mí,
golpeando mi piel,
hundiéndola en el aire,
hasta el fin.

La oscura charca abierta por la luz.

Éramos una sola criatura,
perfecta, ilimitada,
sin extremos para que el amor pudiera asirse.
Sin nidos y sin tierra para el mando.


(Ese puerto existe, 1949-1959)

lunes, 29 de junio de 2009

Cansada


Cansada
de danzar ebria y estúpida
en cortejos simiescos,
de desplomarme en las cunetas
de la noche,
de tropezarme con animalillos
que me rechazan
a la salida del sol.
Cansada de que mi péndulo mágico
no señale en qué dirección
se encuentra el pecho
de mi reposo
(aunque siempre un eco
me devuelve el norte).



Nocturno ebrio nº3


(14/06/09)

Lo que amo es encontrarte al azar
y que me desgarres la boca
para así no poder cantarle a mi dolor.



domingo, 28 de junio de 2009

Gacela del amor desesperado





Amancio Prada musicalizando el poema de Lorca.


Luna nueva

*


Yo me resisto al ataque, lo juro, pero no puedo.
Me aprieto las manos muy fuertemente cerrándole el paso a las palabras,
creyendo que no voy a decirlo.
Me arde el esófago, qué calor tan insoportable, este fuego que no me da la inmortalidad
(tampoco la quiero), sino que devasta la poca vida que pudiera animar mi paisaje.
Y hoy la luna nueva, el ciclo recomenzará para otros.
Aquí abajo el círculo se estrecha como los nudos en la soga del ahorcado.


Siempre consistió en lo mismo, no más engaños, no más especulaciones,
toda mi narración no fue más que un preámbulo a la muerte.

sábado, 27 de junio de 2009

La niña lechuza y los sufijos intoxicados


Ahora todo en mí es artificial.
La serenidad es artificial,
el amor es artificial,
incluso las lágrimas son artificiales
(utilizo esas capsulitas para humedecerme
los ojos cada vez que me emociono
y no soy capaz de llorar).
Aun así doy gracias a la química
que ha construido dentro de mí
una muralla imaginaria
cuando ya no existen pechos
que carguen a cuestas
con mi temor.



sábado, 20 de junio de 2009

La soledad de la niña lechuza


Ella le dijo:
Amor, tengo la cabeza llena de pájaros
y hasta que no muera el último de ellos
yo no puedo quedarme contigo.

Entonces él se encogió de hombros,
se alejó de su árbol de invierno
y salió a buscar a las mujeres
que caminan a cuatro patas,
que van mascando la tierra.





El corazón despejado


La primera y única nube
se deshizo para siempre.


(Y es un canto tan triste)

La primera muerte del verano

Cuanto más trato de ordenarme
mayor es el desastre.
Me pierdo en el regazo que no existe.
Qué despiadada conciencia de soledad,
colocada en los huecos que reservaba
a los que ya no viven.



Rescátame del verano,
no dejes que me ahogue
en mi atlántico imposible.

lunes, 15 de junio de 2009

El vuelco


El ciempiés hibernaba mientras dibujaba círculos en las profundidades de la tierra. A las 12 y 5 minutos de la noche asomó su cabeza, su lengua levemente envenenada (lo suficiente para hacerme consciente del desgarro) para lamer sádicamente mi pezón izquierdo y recordarme que el hueco que a cada uno de ellos destino deberá sin embargo estar siempre vacío.





.

jueves, 11 de junio de 2009

Alborozo con sabor a cereza


A veces el deber reporta también felicidad. Es lo que hoy me ha ocurrido con mi trabajo sobre las Metamorfosis de Ovidio. A mis profesores les han gustado tanto algunos de los poemas que elaboré para este trabajo que me han propuesto leerlos en un congreso sobre cultura clásica que tendrá lugar en Noviembre. No podía creerlo. Por supuesto, he aceptado, porque por fin he aprendido que he de aceptar.

Del mismo modo que comparto mis angustias y dolores, ahora necesito hacer extensible mi enorme dicha y mi agradecimiento a todos los que a menudo me cuidáis con vuestras sabias y hermosas palabras. Gracias a Flor, a Jorge, a Eva, a David, a mis queridos y misteriosos anónimos y a aquellos que os habéis injertado en mis ramas.

Un abrazo muy muy fuerte.

Cecilia.

lunes, 8 de junio de 2009

A ciegas



                                                                               (05/06/09)


Te persigo de noche
tropezándome con los altos muros
de la lógica.
No veo nada, no te siento.
Soy la luciérnaga apagada
a la que no acoges en tu luz.



El respiro


Se trata de tener el corazón entretenido
para no asomarme a los abismos.



(No le encuentro otra explicación
a este delirio de amar a los reptiles
trepando blancas paredes vacías
en una danza adoradora del sol)



domingo, 7 de junio de 2009

LOLA VELASCO (V)


LA NOSTALGIA DEL CAMINANTE

Quiso tocar los bordes
donde cuelga el precipicio,
y trazar la nada
en un salto.
Abrió el círculo
que gira su espalda,
y se abandonó a la línea
que mira el horizonte.
Pero tropezó con algo
que le hizo retroceder,
y la tierra
le arrojó una piedra
que fue
como una caricia.

(La frente de una mujer oblicua, 1986)


viernes, 5 de junio de 2009

Umbilical (III)



Morirán como mis peces

de infancia,

uno cada vez que vuelva

a casa.

No sabré si por torpeza,

ley de vida o incompatibilidad

con la existencia.

Mi regazo como una pecera

que no puede contener

tantas ansias de mar.




lunes, 1 de junio de 2009

Absurdamente enamorada del muchacho lagarto


Si mi mundo está plagado de caracoles y luciérnagas, de muñecas descuartizadas, de árboles de invierno, de puentes y columpios, de azares y llantos, a él le da lo mismo. Poco le importa cómo escriba, a qué huelo o en qué momento me derrumbo. Dice que lo hago como ninguna y eso ya le es suficiente.