domingo, 28 de diciembre de 2008

El nuevo fracaso (II)


Me he pasado la vida dando vueltas
sobre mí misma.
Ningún avance.
De repente
la conciencia de quietud.
Ni las caídas ni la eterna náusea
me mostraron de manera tan cruel
el fracaso.
Solamente esta quietud.


y que además...

...
él no me toca, no me toca
y quiero romper a llorar

(pero no lloro)

Necesito contarle...

...
que nada sucede, nada
y que mientras tanto yo me voy ahogando
en un estanque.

Mi cuerpo se vuelve anfibio.

viernes, 26 de diciembre de 2008

El nuevo fracaso


...
puede que sea que ya no logre sufrir más
incidentes sentimentales.


jueves, 25 de diciembre de 2008

El charco




Suommelina (Finlandia)


"Ahí está el charco", dijo Rhoda, "y no puedo cruzarlo. Oigo el rugir de la gran muela, a una pulgada de la cabeza. Su viento ruge en mi rostro. Todas las formas de vida palpables me han defraudado. Si no alargo la mano y toco algo duro, el viento me llevará a lo largo de los eternos corredores para siempre jamás. ¿Y qué puedo tocar -qué ladrillo, qué piedra- para así cruzar el enorme vacío y penetrar en la seguridad de mi cuerpo?"

(Virginia Woolf, Las olas)




miércoles, 24 de diciembre de 2008

La vida que no tengo (II)


No llegué a tiempo.
La vida se estaba gestando
mientras me entretenía
en las sombras.



jueves, 18 de diciembre de 2008

La psicosis de la estatua


Espera en silencio, aunque agitada,
la corriente marcha, se aleja,
ella se queda
con el barro trepando por sus poros
y un lienzo en blanco.

Las manos manchadas no saben
a quién asirse,
tiene un gesto preparado,
una palabra adecuada,
pero se va volviendo invisible.

Nadie me golpea, nadie me besa,
nadie me toca.
Es la psicosis de quien no sabe ser,
de quien no sabe si está siendo.


martes, 16 de diciembre de 2008

El tango de Estonia



La vida que no se menciona, la que se improvisa, la que nos rescata...


Tallinn, 23 de agosto de 2008

lunes, 15 de diciembre de 2008

Quietud


La última contraindicación nunca señalada:
el medicamento no te permitirá sentir más
(y si no sientes no te desgarras,
y si no te desgarras no hay sonidos
ni colores ni visiones deslumbrantes
que acaben en unas cuantas letras).

No, no quiero ser inmortal
ni un cuerpo plastificado.

Que el viento me golpee otra vez, por favor.

martes, 9 de diciembre de 2008

ROBERTO JUARROZ (IV)


II-4


Levantar la cortina
y confirmar cada tanto
nuestra mirada hacia el mundo.
Volver a observar
a quienes duermen caminando,
a quienes llevan la cabeza
debajo de los pies,
a quienes tienen la mirada
solamente pintada,
a quienes arrancan de los árboles
los frutos ya envasados,
a quienes envuelven su voz
con pañales de cifras
o con las vendas en jirones
de los poderes deshilachados,
a quienes creen que van hacia adelante
mientras en cambio retroceden,
a quienes arrastran sus pasos
como orugas sonámbulas,
a quienes se descuelgan
como fatigados trapecistas
sobre el colchón o la red
de los amores bobos.

Y desviar después los ojos
hacia las suturas y los cables,
enterrados o aéreos,
que conectan o empalman
la coreografía sin adjetivos
y hasta quizá sin sujeto
de la danza de las inexistencias,
el olvido del mar,
la pérdida de identidad del fuego,
la parcelación demacrada de la tierra y el hombre,
los gestos siniestros de las multitudes,
la simiesca vejez de los niños,
los decorados cochambrosos
y extravagantemente funerarios
de esta abúlica fiesta
entre relámpagos artificiales.


(De Undécima poesía vertical)


domingo, 7 de diciembre de 2008

Paris, je t´aime





Tom Tykwer, Faubourg Saint-Denis

Si dijeras...


La chica del cutis suave quería dormir contigo. Si hubieras dicho vamos, hasta cualquier ciudad, no lo hubiera dudado, siempre dispuesta a partir...




Françoiz Breut, Vingt à trente mille jours

La vida que no tengo

...

pero no, esta vez tampoco pudo ser


tonta, tonta, tonta, sólo tenías que decir
yo me quedo contigo


sábado, 6 de diciembre de 2008

El paso atrás


No hay valentía que accione
el motor del deseo.
Necesito nacer de nuevo,
hacer mía una mano ajena,
revivir en otro cuerpo.
La tormenta me sacude
bajo tierra,
las raíces aprisionan
cada acto de voluntad,
mis pies heridos,
mi decisión frustrada.
Náusea en el charco,
el agua estática,
el gesto que se abandona,
la boca que sólo conoce
la sed.


La fille d´hiver




...

y de repente me hice invierno.



domingo, 30 de noviembre de 2008

Oración


Madre que estás en los cielos...
aléjame de las niñas feas y pretenciosas
que hacen llamarse poetas.


La muñeca de Bellmer





H. Bellmer, La poupée,1933



III

Madera pintada,
pelo, calcetín y zapato
.


Así he sido yo también
sobre su cama:
amante de exposición,
muñeca descuartizada.



sábado, 29 de noviembre de 2008

Inanición


El apetito incordia, el cuerpo pesa
por una debilidad indecible.
La razón oscila intranquila,
alarmada por un fuego próximo.
De repente salta el tercer botón,
un pecho al descubierto que todo lo revela.
La masa estalla, la voluntad no resiste
y el deseo reclama su sitio exacto
en el lugar equivocado.


viernes, 28 de noviembre de 2008

MARIA-MERCÈ MARÇAL (IV)


Terbolament t´estimo. Tot el pòsit
s´ha remogut. La copa com un mar
tempestejat m´aboca, a contrasang,
restes de vells naufragis, fustes, urc
de suïcidis oblidats, quitrà
enquistat dins l´onada, algues, mort.
No sé trencar-la. Ni, assedegada,
buidar-ne tot l´embat en un sol glopsense esquitxar-te ni ferir-te, sense
arrossegar-te a l´escullera amb mi.

(De Desglaç)


Turbiamente te amo. Todo el poso
se removió. La copa como un mar
encrespado me arroja, a contrasangre,
restos de otros naufragios, maderos, altivez
de olvidados suicidios, alquitrán
enquistado en la ola, muerte y algas.
Yo no puedo romperla, Ni, sedienta,
vaciar de un trago todos sus embates
sin salpicar ni herirte, sin
arrastrarte conmigo a la escollera.


(Deshielo, traducción de Clara Curell)



viernes, 21 de noviembre de 2008

Veinticinco ejercicios de equilibrio



M.Chagall, Cumpleaños (1915)


(aunque este año no haya amor que sostenga su ramo y su alegría)




Pedro Guerra, Vidas (2008)



Cuentan que a partir de las doce de la noche empezó a nacer. Fue embrión de lechuza enamorada y nada más sentir la atmósfera adoptó el equilibrio en puntillas, los impulsos encorvados, las visiones subterráneas. Empezó a nacer durante toda una noche de tormenta incontrolada. Todavía no se sabe si sigue haciéndolo o realmente nunca nunca nació. Entonces ¿quién es esta que usurpa tu nombre?

Cecilia, la llamaron Cecilia.







miércoles, 19 de noviembre de 2008

ANNA AJMÁTOVA





Pero les advierto
que vivo por última vez.
Ni con golondrinas ni arce,
ni con bambúes ni estrellas,
ni con el agua del manantial,
ni con tañido de campana
sorprenderé nuevamente a la gente,
ni volveré a visitar sueños ajenos
con gemido intranquilo.

1940

(De Séptimo libro.
Traducción de Belén Ojeda)





martes, 18 de noviembre de 2008

Corps



Nadie me nombra,
pero me piden la voz
para alabar a los demás.

Erguida
una columna de escombros,
el veneno la recorre como savia,
mal alimentada, mal querida.
Un esqueleto roído por el dolor.
Un mal movimiento,
la danza torpe subterránea,
la fractura instantánea,
el derrumbe.

Y aún así me piden la voz.

Hacia la extinción




Pierre Bonard, Nu dans le bain, 1936.




Actriz mediocre y esporádica, los días me arrollan sin piedad, el desfile lo llevo perdido, los pasillos paralelos se llenan de contemporáneos que empiezan a hacer ruido, a enamorar, a afilar cuchillos, envidias, pasiones. Mis muñecas me miran entristecidas, tanto tiempo y nada, tan poco amor, cada vez menos amor, cada vez menos alguien. Aquella escena no fue verdad, pero ojalá la vida hubiese acabado entre olas de jabón, sumergida en el suspiro de la satisfacción, lo he hecho bien, he estado brillante, qué bellos mis pechos en el plano detalle de la mentira.


domingo, 16 de noviembre de 2008



Es mentira la tragedia, mi sollozo,
esta canción de la inercia.
Sucede solamente que he sacrificado
el placer ancestral
por la firmeza de una negación.

* * *

Y qué más dará que mi juventud se consuma en la sequía
si siempre me negué a procrear.
Quiero que me entierres junto a la acequia con mi vientre intacto, pero hinchado de orgullo,
algo que rellene el socavón de mi penitencia y mi tripa
para que no moleste a las lombrices con el rugido de un hambre póstuma.


Desencuentros


Tú no proclamas el temblor.
Yo tampoco te llamo.
De qué sirve, dime, convulsionarme
en la distancia, si no vienes,
si no anuncias ningún motivo
para esperarte.
Yo no soy vestal en esta ruina de templo
y no adoro a más hombre que a mi padre.
No, menos a ti, sólo enamorada de tu luz
cuando mi cuarto es oscuro
y con un teléfono acurrucado en mi mano
me quedo dormida llorando,
digiriendo la verdad en otros recuerdos:
tú no vendrás a encenderme
ni fue ésta la ocasión de salvarme.



martes, 11 de noviembre de 2008

ALEJANDRA PIZARNIK (III)


PIDO EL SILENCIO
...canta, lastimada mía
CERVANTES


aunque es tarde, es noche,
y tú no puedes.

Canta como si no pasara nada.

Nada pasa.


(De Los trabajos y las noches, 1965)




* * *


(Pour les francophones, je vous laisse ma version du poème)


JE DEMANDE LE SILENCE

bien qu´il soit tard, qu´il soit nuit,
et que tu ne puisse pas.

Chante comme si rien ne se passait.

Rien ne se passe.



De Les travaux et les nuits




lunes, 10 de noviembre de 2008

Lejos de la corriente



Temo el incendio de los que sufrimos
el frío.

Mi pelo de humo, mi pelo triste y feo.
Mi pelo que nunca tendría cabida
en una canción.

Ni siquiera descuartizada
podría descansar en paz
en los lugares comunes.




Christina más bella que nunca


La distancia adecuada,

versión kiss:




versión Gallery:



versión Fence:




Christina Rosenvinge, Tu labio superior (2008)


Como Alma Mahler (II)



Él le habló, entre tantas y tantas cosas, de la melancolía. También de la pasta de inteligencia que la moldea y de los libros de poesía que se acarician en los abrazos solitarios.

"Musa, yo quiero ser musa", le respondió.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Como Alma Mahler




Enamorada de los hombres inteligentes.



Violeta


Si no amo violentamente
mi cuerpo duerme en la desgana,
las palabras se agazapan,
apenas parecen existir.
Si no amo violentamente,
si no me aflijo en extremo,
mi enunciado se queda hueco
y olvidado
como el cuerpo inerte de un pájaro
junto a un cadáver en una sala de autopsias.



sábado, 1 de noviembre de 2008

OLVIDO GARCÍA VALDÉS



sale cada día a la rapiña, a ver
qué encuentra que calme
un no tener a qué volverse ,
qué,
no objeto sino causa
mediata o móvil, no nudo o nuez
de la rapiña, sino que huye, que
ni se piensa o sabe
que no hay, que es qué
lo que le falta y sale, busca
cualquier cosa, cualquier
nada que alimente , aunque nada
más cerrar la mano o mirar
vea que el hueco se mueve
y no se llena


(De Y todos estábamos vivos, 2006)



Siempre a la espera

...

¿Cuándo me tocará el turno de tenerte?


Las garras rotas


Otra vez vuelve la leona vieja
sin presa con la que subsistir.
Tiene tanta hambre y las garras heridas.
Su zarpazo débil no sirve para nada.
No le queda más destino que desfallecer
tumbada a la sombra de un vuelo de moscas
y dejarse devorar.

(Dolor de no ser la fiera elegida,
la fiera decidida)




viernes, 31 de octubre de 2008

Pequeñísima dama que no sabe del dolor



Me miro sin recordarme y siento tantas ganas de llorar.





Los amigos que no tengo



Lo reconozco siento envidia, envidia de todas, aunque mi ataque es débil. Luego me quedo dormida y el dolor se pasa.

No culpo a la vida, soy triste o una payasa inoportuna (no aprendí el lugar del justo medio) y a nadie le parezco hermosa
(si al menos me dijera niña fea, te amo, amo tu torpeza y tu silencio).


Los días apáticos


No sucede nada, no siento nada.
Cuatro grandes vidrios insonoros
me resguardan en su cuadratura.
No me atrevo a bostezar,
menos aún a gritar por si los rompo.
En el fondo se está bien,
fuera es tan extenso el frío,
tantos peligros acechando mi carne.
Salvada del brusco trance
de pasar del silencio a los sonidos
de la vida.


BUSON (III)




Más que el cerezo
con la casita íntima
el melocotonero.


(Trad. de Antonio Cabezas)



jueves, 30 de octubre de 2008

PAISAJES (COMPOSICIÓN DE LUZ)




(4 de junio de 2008)


Suenan en la radio los valses de Chopin,
mis dedos bailan la inercia sobre mis muslos.

En el cielo una nube tiene forma de oveja, otra
de caracol, también un oso polar y una manzana.

Mi vestido negro salpicado con esas nubes de Magritte
me modela una silueta de diva italiana años cincuenta.

Todo sería tan maravilloso en este viaje en coche
de una soleada mañana de miércoles,
tan maravillosa conjunción de paisajes
si el camino no me llevara hasta tu entierro.





Sin decirme a dónde vas




W. Baziotes, Anamorphic, 1944.





Pedro Aznar, Bso de No te mueras sin decirme a dónde vas, de Eliseo Subiela, 1995.



domingo, 26 de octubre de 2008

LENINGRADO




Tanteo a ciegas los lugares extraños.
El deseo se queja de flaqueza de piernas,
el pálpito hace tambalearse a mi desorden.
Los matices que desconozco amputan dedos,
como una tentativa de escritura bajo cero.

¿Cuántos cuerpos he de atravesar aún

para encontrarle?

Kilómetros y kilómetros sin indicaciones,

traté de tatuarme en cirílico “île de beauté”,
aunque al tacto poco le importan los idiomas.



Déjà toi







Oh, Vincent, je bien voudrais être la fille qui dort sur ta veste et que tu chuchotes à mon oreille que déjà tes yeux, qu´il n´y aura rien mieux d´après.


Vincent, oh, mi Vincent, quisiera ser la chica que duerme sobre tu chaqueta y que me susurres al oído que además están tus ojos, que ya no habrá nada mejor después.


viernes, 24 de octubre de 2008

SOPHIA DE MELLO (IV)


EURYDICE


O teu rostro era mais antigo do que todos os navios

No gesto branco das tuas mâos de pedra

Ondas erguiam seu quebrar de pulso

Em ti eu celebrei minha uniâo com a terra


(De Dual, 1972)



EURÍDICE


Tu rostro más antiguo era que todos los navíos

En el gesto blanco de tus manos de piedra

Olas erguían su quebrar de pulso

En ti yo celebré mi unión con la tierra


(Traducción de Jacobo Sanz Hermida)



Diez años después





El lugar y la noche exacta, aunque no el momento. Sucedió poco después, la sala más vacía y oscura. Me acerqué a él tambaleándome, agarrándome muy fuerte a la botella de cerveza, sin atender más a timideces, dispuesta a comprobar si la magia surtía el efecto deseado en la situación indicada. Le pregunté al oído:


¿Conoces aquel poema de Sabines?

"Debí haberte conocido diez años antes, o diez años después, pero llegaste a tiempo."

Me miró maravillado, no sé si por el asombro de que conociera a ese poeta o si bien por la declaración que exhibían las palabras. No lo llegué a saber. Me quedé suspendida en sus ojos y a los tres segundos me disculpé. Salí corriendo en busca del baño, una arcada anunciaba mi desastre. Vomité mientras lloraba y la valentía se iba por el desagüe. No volvió.




viernes, 17 de octubre de 2008

JOSÉ MARÍA FONOLLOSA



PLAÇA DEL TEATRE 1

No al árbol, no a la nube, no a la estrella.
No al amor, amistad, hoy... No al mañana.
Qué gran liberación de servidumbres.
Maldita vida tanto a mí aferrada.


(De Ciudad del hombre: Barcelona)



martes, 14 de octubre de 2008

La noche en paracaídas (II)


El recuerdo de un lustro de saliva. Aquella estancia tan luminosa, con sus techos altísimos, una chimenea apagada y varios libros afilados en su ménsula. Huidobro junto a otros poetas, mi cuerpo serpenteaba en el agua. Lo supe entonces, no le podría olvidar en su habitación de una ciudad del sur de Francia. El gran ventanal miraba a una calle empedrada de pasadizos de hiedra. Todo irradiaba luz, todo estaba dispuesto para ser escrito en un poema (nunca llegó, jamás me atreví a contarlo), para pervivir en la memoria. Amaneció como en una mattina de Einaudi, el sol de diciembre incidiendo en los desnudos. Una raíz me atravesó el pecho.
Por aquella época coleccionaba amantes como souvenirs de países lejanísimos, exóticos, intransitables. Pero eso fue antes, justo antes del momento en el que no fui capaz de volver nunca más de Santiago de Chile. Incapaz de volver con la vergüenza de no haber sido lo suficientemente hermosa para quedarme reposando en las repisas de la habitación más maravillosa en la que ha dormido mi deseo.


lunes, 13 de octubre de 2008

La noche en paracaídas




3, rue de la Reine, d´une ville du sud de la France



Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos cayendo.
Ah mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los astros de la muerte.
¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los pechos cerrados.
Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado afuera. Puedes abrir con un suspiro la puerta que haya cerrado el huracán.
Hombre, he ahí tu paracaídas maravilloso como el vértigo.
Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo.
Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador.


V. Huidobro, Fragmento del prefacio de Altazor.

domingo, 12 de octubre de 2008

Ineluctable



Y entonces me ataca el vértigo.

Ella se ríe, no comprende que en cuestión de un minuto
alguien pueda llegar a alejarse
tan ferozmente de sí.


JUAN GELMAN


INTERRUPCIONES


La lengua del dolido jadea de amores indecibles, apenas entrevistos, como fuegos que le acechan la boca y ningún daño apaga y arden en lo que no será.


(De Salarios del impío)


sábado, 11 de octubre de 2008

La marioneta muerta






K. Kieślowski
, La double vie de Véronique

Si acaso ella


Precisas de un solo chasquido
para encenderme.
Una tímida llama oscilante.
Siento tu aliento rozando
mi nuca,
el estertor del soplido
y cómo de repente me apagas.



Si esta noche fuera ella


(Oye, Q.)

¿Por qué me llamas ojos preciosos
si no me miras más de un minuto?



Alrededor


(Después de Q.)


Veo a quien debía venir
irse a lo lejos.

El momento no se acordó

de acomodarle mi silueta.
Me quedo fuera.

El tiempo no se acordó

de mandarme un aviso.
Llegué ya tarde.

Los días se van con él

y yo sigo mirando embobada
una pantalla encendida:
lo que no ocurrirá,
lo que podría haber sido.


viernes, 10 de octubre de 2008

ALEJANDRA PIZARNIK (II)


FUGA EN LILA


Había que escribir sin para qué, sin para quién.

El cuerpo se acuerda de un amor como encender la lámpara.

Si silencio es tentación y promesa.


(De El infierno musical, 1971)



Espiralea

*





El humo fue indicio
(una espiral de fuego
que envolvió la vida),
la ceniza testimonio
de que una vez existió,
pero que ahora está muerto.

Dije bien, muerto.

martes, 7 de octubre de 2008

Ojos verdes, pelo negro



"Da, te perdono mi verso"


Su cuerpo desnudo enraizado en las sábanas
como un árbol del deseo.
Su voz de alambre susurrándole en el precipicio
"salta conmigo".
Maduraron los frutos en sus manos
y fue una caída tan dulce.

(Gotitas de lluvia sobre los cristales de Copenhague,
un aire de Satïe, "cántame un verso en francés".)

Poco importaba que la luz que se alejaba
por el túnel de estrellas
no fuera azul.



lunes, 6 de octubre de 2008

L´air de nager




Rogi-André, L´ondine (Jacqueline Lamba), 1934



"[...] elle marque ici le point culminant de mon agitation : je viens de parler de l´amour, toutes les forces de sublimation se hâtent d´intervenir et déjà je me défends anxieusement de me laisser abuser par le désir."

André Breton, L´amour fou



Tímida nota hallada en un buzón


(Para A.N.)

La hija que nunca tendré
desciende por un tobogán
en mis sueños.
Sos vos quien la recoge
en un abrazo y me sonríe.

Así es como me imagino la felicidad.





sábado, 4 de octubre de 2008

Madrugada


Papá, papá,
otra vez el miedo.
Yo te necesito
en la inmortalidad.

Cuando el cielo se vuelva oscuro...








Christina Rosenvinge, Quién me querrá (Continental 62)



viernes, 3 de octubre de 2008

MARIA-MERCÈ MARÇAL (III)



Carnívora de tu, no sé com enyorar-te.
T´he fet carn de la carn, t´he menjat
i he escopit
la teva por corcada, com els ossos als cans
-aquest cans que ara udolen,
glaçats, la teva mort.

No sé com enyorar-te, no sé com estimar-te
ara que la mort deixa
que et pugui dir de tu.

(De Desglaç)


CARNÍVORA de ti, no sé cómo añorarte.
De carne te he hecho carne, te he tragado
y he devuelto
tu miedo carcomido, como a los perros huesos
-los perros que ahora aúllan,
fríos, en tu muerte.

No sé cómo añorarte, no sé cómo quererte
hoy que la muerte deja
que te trate de tú.



(Deshielo, traducción de Clara Curell)



miércoles, 1 de octubre de 2008

Indignada


Nadie comprende, pero todos juzgan.

¡Cómo se atreven a decirle al herido
que deje de sangrar!


Ni llorar puede una en soliloquios,
qué me queda, joder, ¿qué me queda?



martes, 30 de septiembre de 2008

JOSÉ ÁNGEL VALENTE (IV)


TODO parecía ahora
llevarte a la extinción.
Abandonado
de la sola palabra que tal vez aún podría
levantarte hacia ti.
No estás.
No está
tu sola palabra.

Se espesa en torno el reino de lo gris.

Un ave cae
del centro mismo de su vuelo.
El agua
del manantial, impura, ciega
los pozos de la sed.
En esta noche
no busques luz ni abrigo,
no busques lealtad
ni amor.
Estás sentado
enfrente de ti mismo y ni siquiera
puedes mirarte con piedad.

(Ni siquiera)


(De Fragmentos de un libro futuro)



sábado, 27 de septiembre de 2008

Rendición


Para extinguirme necesito de ti.
No volver, no mencionar la noche,
el noviembre lejano
que hacía temblar mi carne joven,
mi ingenuidad infantil.

No me abras las sábanas nunca más,
átalas en nudos de media risa
y muéstrame el frío y la ventana
por donde he de caer.


El cuerpo infectado



E. MunchLa niña enferma, 1886



Zbigniew Preisner, B.S.O. La double vie de Véronique, 1991 Van den Bundenmayer, Concerto en mi mineur (SBI 152), Version de 1798
(Canto II del Paradiso de la Divina Comedia de Dante)


martes, 23 de septiembre de 2008

JULIO CORTÁZAR (III)


Amor 77



Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan,
se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente
van volviendo a ser lo que no son.


(Un tal Lucas)



lunes, 22 de septiembre de 2008

La cuarta vida de Cecilia


Anoche volví de Madrid, (de)molida y araña-da, tejiendo y enmarañando, aprendiendo la lección de los que no se atreven. Pero me gusta temblar cuando veo que el universo gravita y se precipita, dispuesto a estrellarse sobre mi historia. Hablemos de cosmología ahora que certifico que perdí la magia en cada llanto, que se fue diluyendo hasta no ser más que agua al aroma de la indiferencia. Todo me da tan igual que ni siquiera me voy a molestar en celebrar que al fin sí, por fin, sin ni siquiera llegar a rozarme, me estremecí y deseé.

Porque que en los temores e incapacidades esenciales sigo siendo la misma: http://bohemika.blogcindario.com/2005/12/00582-deberia-levantarme-y-pedirte-que-posaras-para-mi.html.


Y no me atrevo, no me atrevo.


jueves, 18 de septiembre de 2008

Puentes de Finlandia




Suommelina, 25/08/08


Seis años, Moro, seis años
y yo en Finlandia sólo veo
puentes.




Medium


     Mi sensibilidad extraordinaria me permite oírte desde aquí (cabeza contra almohada). Tom, tom, tom, siento tus golpes sobre la tapa. (Sí, te han enterrado algo pronto, todavía eras hermosa y sentenciabas con lucidez). Recostada junto a los huesos de un amor al que ya no reconoces, yo te oigo y comprendo que ése no es tu sitio. Sí, escucho tu reclamo, aún te quedaban años para acabar de envejecer, pero yo no puedo ir a rescatarte mientras tenga a todos en mi contra. No me creían cuando buscaba tu aliento en un espejo, no me creían cuando buscaba algún mágico indicio que te descubriera viva. Pom, pom, pom, pero yo no puedo derribar el yeso de tu alcoba. Cecilia, cecilia, me llamas con voz lánguida y envejecida, ¿quién me va a arreglar el pelo en el mundo de los muertos?


lunes, 15 de septiembre de 2008

Laringicidio



Como si fuera el último día para decir


y enmudeciera.


domingo, 14 de septiembre de 2008

CÉSAR MORO (III)


EL FUEGO Y LA POESÍA


III


Amo la rabia de perderte

tu ausencia en el caballo de los días

tu sombra y la idea de tu sombra

que se recorta sobre un campo de agua

tus ojos de cernícalo en las manos del tiempo

que me deshace y te recrea

el tiempo que amanece dejándome más solo

al salir de mi sueño que un animal antediluviano

perdido en la sombra de los días

como una bestia desdentada que persigue su presa

como el milano sobre el cielo evolucionando con una

precisión de relojería

te veo en una selva fragorosa y yo cerniéndome sobre ti

con una fatalidad de bomba de dinamita

repartiéndome tus venas y bebiendo tu sangre

luchando con el día lacerando el alba

zafando el cuerpo de la muerte

y al fin es mío el tiempo

y la noche me alcanza

y el sueño que me anula te devora

y puedo asimilarte como un fruto maduro

como una piedra sobre una isla que se hunde



(De La tortuga ecuestre)



La nube roja (II)







Emile Nolde, Green landscape with red cloud

viernes, 12 de septiembre de 2008

Y fue conciente de la lluvia


Conciencia del dolor,
motivo del dolor.
Ninguna muerte tan cierta
como la realidad de ser.

* * *

la gravitación no me advirtió
de la brusquedad del vuelco


La nube roja


Se va, se ha ido, se iba,
se fue.
Yo acepté cerrar mi paraguas
y arrojar al río sus vértebras,
de mutuo acuerdo.

Hoy él fue consciente
de la lluvia.


Y yo no estaba.



Entreparentesis

( )

Resulta que al final acaban encontrando su sitio.

Mientras, yo sigo mirando al cielo
a ver si esta noche el clima respeta
mi resguardo a la intemperie.

(Maldito cabrón que pòetizaste la lluvia)


sábado, 6 de septiembre de 2008

Poética o amor



Piedra contra piedra
mis manos inútiles
sueñan con fuego.




Camille




Brill Brand, Camille desnuda



Erwann Kermovan, 36

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Los sin mundo



Recurro  a los diarios (mutilados) de Alejandra como un creyente acude a su libro sagrado cuando necesita encontrar el alivio que no le dan otros textos ni otras voces. Comprobar que antes de mí, alguien sintió este desorden vital, la angustia de no reconocerse en el mundo, de sentirse febrilmente extraña y sin remedio. Aunque igualadas en sufrimiento, yo no podré nunca alcanzar su inteligencia, su iluminación, su voluntad de poner por escrito lo que ve más allá del pozo. Ella define mi ansiedad, la poetiza, la embellece, convierte el dolor en mayor crueldad de realidad empática y poder estético. Yo no sé más que sentirlo, interpretarlo gestualmente y sin embargo pasivamente. Lo vivo, lo dejo estar, busco dentro de mí y lo abandono antes de aprehender su consciencia intelectual. Yo no sé teorizar sobre mi locura.


***

Hoy es un día marcado, pero la impresión se queda en mi libreta privada. Mañana no iré al examen y así seguiré pecando más de perezosa e inconstante que de poco inteligente. No, no iré y así seguiré también alargando los años inútiles, perdidos, académicamente desastrosos. No me gusta la universidad, no me gusta la obligación sin ataduras, no me gusta que reten a mi intelecto en días puntuales y seguidos a calendarios desequilibrados y agobiantes. No me gusta tener que comprobar que no valgo, que podría ser alguien mejor, envidiada, brillante, próspera, que podría ser otra en definitiva, alguien que llevo en potencia y que mis actos se niegan a revelar, a presentar al mundo. No soporto más estas luchas internas entre la que sabe y se atreve y la que bosteza y dormita y sólo piensa en árboles, en postales de colores, en lienzos, en poemas luminosos, en conquistas fálicas. ¿Dónde está el planeta de los que sólo quieren acunarse? No, no quiero, me niego a exprimirme el cerebro porque exigen productividades, yo sólo quiero pensar cuando quiera, quiero leer lo que quiera, quiero teorizar sobre lo que eleva mi punctum, sobre las pasiones que corren hasta las yemas de mis dedos, qué sé yo de los demás, quienes somos para hacerlo. Y el dolor llega cuando compruebo que no hay ningún lugar reservado para esas acciones, únicas motivaciones por las que a mí me merece la pena seguir viviendo.



DIARIOS DE ALEJANDRA (IV)


3 de enero de 1960



Me estoy destruyendo con cigarrillos y comida. Mi cuerpo no soporta más. Ataque de ayer. Asfixia. Es el precio que pago por haber vendido mi vida al demonio de los ensueños.
Ayer me di cuenta claramente que floto como un fantasma. No participo de nada. Huyo de la ley de la vida, de sus leyes, del destino personal. Siempre desde mi infancia he guardado cosas mágicas llegadas a mí por obra y gracia del misterio.
Y aún ahora me parece absurda la vida de casi todas las mujeres de mi edad: amar o esperar el amor, cristalizado en un hogar, hijos, etc. Siempre he sentido que yo estaba designada o señalada para una vida excepcional. No sé cómo saldré de todo esto, si llegaré a salvarme o si lo mejor será suicidarme ahora mismo.
[...]
A veces creo comprender por qué Rimbaud abandonó la poesía. Pero yo no soy Rimbaud. Y el quehacer poético no tiene que justificar mi mala fe (o mi enfermedad).
Me estoy asfixiando. Temo estar enferma. Ojalá reviente.


Alejandra Pizarnik, Diarios