lunes, 19 de octubre de 2009

La historia de desamor de la niña lechuza (VI)


Es importante que la lechucita entienda
que no todos los paladares
están preparados para los manjares exquisitos,
que no todas las manos saben administrar las riquezas,
que no todos los ojos son capaces de vislumbrar bellezas extrañas
y que son muy pocos los muchachos que se enamoran
de las muchachas sensibles e inteligentes.

(No, tampoco él fue uno de ellos)



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues claro que sí lechucita de ojos grandes y verdes.
Diriase que "no está hecha la miel para la boca del asno"
Sigue desconfiando de esos lagartones que sólo se enamoran de la ninfas tontas y cursis, pero no de las lechucitas sensibles e inteligentes como Cocó.
Seguro que pronto llegará a tu árbol uno de esos chicos buho que tanto anhelas,aunque no sea S. Gainsbourg.
Saludos de uno de tus admiradores. Te sigo leyendo.
Ciao

Gabriela Alatorre dijo...

Este es el que mas me ah gustado de todos...
Yo tambien te sigo leyendo.

Anónimo dijo...

La lechuza se alimenta principalmente de pequeños roedores, especialmente ratones y musarañas, aunque también caza pequeños pájaros, insectos y, en menor medida, anfibios y reptiles. Creo que la niña lechuza necesita reflexionar largamente sobre su dieta, qué cosas la dañan y decidir qué desea comer en realidad la próxima ves que vea una posible presa. Mejor pasar hambre que sufrir indigestión.