jueves, 3 de junio de 2010

La madre diestra (dos años después)



Recuerdo el espejo
sobre sus labios fríos.
Mis ojos empañados buscando
el milagro,
la última esperanza.
Mis ojos empañados,
pero el cristal transparente.
"Cecilia, déjalo, está muerta".



Yo sigo sin creerles todavía.
(yo también estoy muerta
y, sin embargo, tengo aliento)



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