SYLVIA PLATH
Píldoras y más píldoras,
y al final destrucción y silencio.
Vigilante el cóndor
reclamaba su presa;
y rondaba y rondaba
confidente y guardián,
consuelo al fin de la motivación más alta.
Con honor y bondad,
con su escasa ciencia
el doctor intentaba
de la mujer y las palabras
romper el círculo severo.
"Pero lo haré de nuevo...
porque morir es arte
que conozco muy bien,
y ten cuidado, Júpiter o Lucifer,
me levantaré de mis cenizas
y con mi cabellera pelirroja
devoraré los hombres como el viento."
(De Suicidios y otras muertes)
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