lunes, 14 de marzo de 2011

Llo-viendo-me



(Haces el  idiota con las palabras, inválidas, deberías amputarte los dedos)

Hoy tampoco iré a yoga.

(decisión aparentemente intrascendente,
se trata, sin embargo, de otro pequeño paso concatenado
hacia la deriva)

Dejaré que mi cuerpo se siga agarrotando,
y mi cólera silenciosa y mi insatisfacción vital
y mi intención de sanar, de vivir.






viernes, 11 de marzo de 2011

Pequeño espanto en la habitación



La luz azulada, melancolizadora, salvando de una desamparada oscuridad, ilumina al gusano de sonrisa torcida empotrado en la pared, al gusano que nunca volará.

El abrigo que ya no abriga, que se va desprendiendo de su sentido, que ha sido repelido como cuerpo adolescente, extraño, que va cayéndose de una percha torcida.


Llueve tanto afuera. Llueve aún más aquí dentro.

No me riñas, no trates de devolverme a la realidad.
Déjame así, ensimismada, contemplando mi propio espanto,
mi absurda pena.



miércoles, 9 de marzo de 2011

El nuevo invierno



Desde que he dejado de parecer

triste,

a mí ya no me abrigan,

a mí ya no me quieren.


(tú serena, pero el verso que no asoma
llora)




martes, 8 de marzo de 2011

CECILIA RUBIO GIL





Christina Rosenvinge, Canción del eco (La joven Dolores, 2011)



* * *



ECO A NARCISO


Te amo, amo, amo
y de tanto amarte, arte, arte
ya no soy más que una voz
y sus huesos, esos, esos.
Mientras que tú,
desdeñando el temblor
de los sometidos idos, idos,
a tu belleza
solamente suspiras si eres tú
el que te mira, ira, ira.

Cuídate, amor mío, mío, mío
de los delirios de espejo
y de los deseos que nos ahogan,
por no poder alcanzarlos, arlos, arlos.



De Metamorfosis, 2009.