martes, 9 de diciembre de 2008

ROBERTO JUARROZ (IV)


II-4


Levantar la cortina
y confirmar cada tanto
nuestra mirada hacia el mundo.
Volver a observar
a quienes duermen caminando,
a quienes llevan la cabeza
debajo de los pies,
a quienes tienen la mirada
solamente pintada,
a quienes arrancan de los árboles
los frutos ya envasados,
a quienes envuelven su voz
con pañales de cifras
o con las vendas en jirones
de los poderes deshilachados,
a quienes creen que van hacia adelante
mientras en cambio retroceden,
a quienes arrastran sus pasos
como orugas sonámbulas,
a quienes se descuelgan
como fatigados trapecistas
sobre el colchón o la red
de los amores bobos.

Y desviar después los ojos
hacia las suturas y los cables,
enterrados o aéreos,
que conectan o empalman
la coreografía sin adjetivos
y hasta quizá sin sujeto
de la danza de las inexistencias,
el olvido del mar,
la pérdida de identidad del fuego,
la parcelación demacrada de la tierra y el hombre,
los gestos siniestros de las multitudes,
la simiesca vejez de los niños,
los decorados cochambrosos
y extravagantemente funerarios
de esta abúlica fiesta
entre relámpagos artificiales.


(De Undécima poesía vertical)


2 comentarios:

AnadelasTejasrojas dijo...

Claro reflejo de tus ojos
son estas palabras

Que no dicen
y lo dicen todo

palabras que miran
mientras sus ojos hablan

Cecilia abre la ventana
el mundo está en sus ojos

no hay nada afuera
nada

(me gustó) gracias

JUAN JES dijo...

Cecilia! Salut! Buen blog