lunes, 23 de febrero de 2009

Un tranvía llamado deseo (restos de un sueño)


Interior de un tranvía francés. Me cruzo con una fila de 4 o 5 hombres de distintas edades. El último que aparece es el Maestro. Me pregunta dulcemente "¿qué te ha pasado?" mientras me toma de la muñeca para arrimarme a su pecho. Me besa el pelo. Trepo hasta sus ojos, azorada y me agito sobre sus mejillas.

Despierto con un peso muy profundo, con una mano estrujando un cuerpo, asfixiando cuellos, gargantas, escurriendo un paño húmedo a la altura de donde creo que anda el corazón.
De repente oigo el pitido del tren (vivo justo al lado de la estación) y es cuando he comprendido qué ha significado esto. Se marchaba hoy hacia Madrid en el tren de las 9.25. Dijo que probablemente no volviese nunca.


2 comentarios:

Ozzd dijo...

Buenas noches, no nos conocemos de nada, pero he llegado a tu blog como llego Alicia por la madriguera del conejo al pais de las Maravillas, y bueno ya que he llegado aqui he decidido hechar un vistazo y he de decirte que me a gustado tu blog.
Bueno, espero volver a verte, saludos.

Ozzd

Cecilia Sainte-Naïve dijo...

Gracias, ozzd, un saludo