miércoles, 26 de agosto de 2009

Cinco minutos


(a Étienne)



Sabes que ahora escribiré y estarás tú.
No será mucho tiempo
(tiempo, el tiempo, tormenta de arena
insalvable),
no sé cuánto, el suficiente
para comprender que lo indecible
es el nombre de esa mitad mía
que se me escapa:
tú.
Serán cinco minutos dilatados
hasta el imposible
mientras mi garganta prepara
el estallido.
Ahora serás tú y te quedarás
aquí un ratito, en lo que enuncio
sin decirte, complacida y temerosa
de mostrarte mis cuidados,
aunque yo ya esté vieja para velar
este fuego en la memoria.
Cinco minutos de hermoso delirio,
animal que araña mi vientre,
bolsa de cielo envolviendo mi cabeza
(no es nada esta ansiedad,
es el corazón que me late
hasta los labios
)

y la muerte de amor parada a tiempo,
cinco minutos antes del fin.

(15/08/09)