martes, 20 de abril de 2010

Después del destello



Hay un dolor que no se va,
una mueca agria desfigurando mi semblante
una frustración infinita que no me deja celebrar
mi primera noche de bondadoso placer*.
(No podré dormir complacida porque he sido una suicida arbórea,
una tarada sentimental, una impotente emocional, una idiota)

Lo efímero hiende nuestra piel,
pero sólo permanece el surco.


* (un premio poético pequeñito)



5 comentarios:

Carz dijo...

y lo efímero también surca el agua.


Un beso.

miette dijo...

Lo efímero también tiene sus secuelas, no es menos importante por ser efímero. A veces el dolor está en ese propio hecho.

P.D: Me gusta eso de tarada sentimental, tiene personalidad a tope!
besos

J dijo...

Arbóreamente, estoy contigo hipo-latente...

UmmmmmMuaca

la cónica dijo...

*enhorabuena!

El arado es nuestro. Si nos hace daño el surco donde está, habrá que roturar otra vez la piel y las vísceras, los ojos, los huesos. La tierra es buena. Hasta las malas hierbas lo dicen: es buena. Desbrozar, con ayuda si es preciso, cuidarla y si no es posible contratar la lluvia, pagar el riego.

Si el surco es indeleble y está en la piel, aceite de rosa mosqueta.


Besos!

El pasajero dijo...

¿Y tu quieres que la vida te roce o que te remueva?