domingo, 27 de junio de 2010

Umbilical (IV)


Costa de la Luz, 30/05/10


Mamá detenida, mamá al otro lado
de la orilla, mamá sorteando las olas
rompientes que nos alejan más todavía,
mamá sonriéndome, yo disimulando
mi acritud bajo un sol quemándome
la mirada.
La observo, observo su cuerpo menudo
de grandes pechos y cintura finísima,
de muslos agrietados por el paso de las décadas.
¿Ésa seré yo cuando llegue a su edad?
¿Acaso llegaré?
No, me iré antes: cáncer de pulmón,
derrame cerebral, parada cardiaca
por ciento-tres tranquilizantes...

No compartiremos la edad ni sus estragos,
sólo nos unirá en el último momento
la misma necesidad atormentada de amor,
la misma pregunta afligida:
saber si en toda esta puta vida
alguien nos habrá querido
realmente.


(Cabezas de muñeca rusas)




4 comentarios:

Salomé dijo...

Ésa es la pregunta del millón.

Encantada de conocerte,
Salomé.

miette dijo...

Una gran pregunta la que planteas. Siempre hay alguien que nos quieres, sin duda. Muchas veces lo que pasa es que no lo vemos.

J dijo...

¿Ese día hacía tormenta? para ser Costa de la Luz...

No te rías que te veo...

Prueba a rascar... acaso dudas que te quiero.

Cecilia Sainte-Naïve dijo...

Encantada yo también, Salomé. Sí, nos preguntamos mientras ignoramos que hubo otros silenciosos que nos quisieron.
No, J no dudo más que un mínimo margen de irrealidad.

un beso que casi vuelve a impregnarse de sal. Disfrutad del verano.