Cuando escribía, las manos eran el deshielo de mis silencios. Escribía porque no sabía decir de otro modo. Sin embargo, ahora, el proceso se invierte. Mi cuerpo a temperatura ártica mutando en sacudidas de temblor y llanto: el agua se vuelve hielo, las manos se vuelven hielo, rígidas como la palabra escrita en el corazón incorrupto del ámbar.

![Validate my Atom 1.0 feed [Valid Atom 1.0]](valid-atom.png)
No hay comentarios:
Publicar un comentario