Costa de la luz
El horizonte partido.
Un pez plateado
cortado por la mitad.
Su sangre iluminada
llenándome los ojos,
cayendo gota a gota
en el cuenco metálico
de mi sacrificio.
II
La luz derramándose
en las aguas oscuras
del último invierno.
III
Cerrar los ojos y oler las olas:
ondulación vibrante de la música
de mi muerte.
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