sábado, 19 de mayo de 2007

ANTONIO GAMONEDA (II)


Nuestros cuerpos se comprenden cada vez más
tristemente, pero yo amo esta púrpura desolada.

Ah la negra flor de los dormitorios, ah las pastillas
del amanecer.


(De Libro del frío)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Palabras preciosas de Gamoneda para "Cecilia":

Yo estaré en tu pensamiento, no seré más que una sombra imprecisa;

habre existido en un instante en que la alegría y la
piedad ardían en tus ojos.

Pero también quiero permanecer desconocido en tí.

Desconocido. Simplemente envuelto en tu felicidad.

Tú distraida en tu luz y yo apenas viviente en ella, y así, imperceptiblemente amado, esperar la desapari-
ción.

Aunque quiza estamos ya separados por un hilo de sombra y cada uno está en su propia luz

y la mía es la que tú vas abandonando.

Gamoneda: De Cecilia

***
Por cierto, puedes probar ya las bellas y sabrosas cerezas del valle del Jerte.
En el Mercado "Maravillas" de Cuatro caminos, con toda seguridad las encontraras.
Vale la pena.Deliciosas.
Saludos

Cecilia Sainte-Naïve dijo...

Iré a buscarlas, a olerlas, a admirarlas, a desearlas. Trabajo al lado (misma acera) del mercado Maravillas. Pero me falta tiempo y dinero. Me sobra nostalgia, quién volviera cuando arrastra un duelo.


Pequeña Cecilia, ¿será consciente de esa hermosísima ofrenda?