Marcel Mariën, La cerisaie
Quizá no tenga razón, quizá sí.
Quizá no tengas razón, quizá sí.
Pero ya no presto mi cuerpo
a cambio de recuerdo,
menos aún en tus intermitencias.
¿El corazón inmaduro o ingrávido?
Late, late, late, pequeñísimo corazón de un pájaro al borde de su rama precipicio.
2 comentarios:
Vaya, con lo que me gustaba el ritmo de imbécil...
Lo escondí, ya no puedo permitirme exhibir en público mis rabietas.
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