domingo, 30 de diciembre de 2007

Silencio en la sala


Mi cuerpo no es ruidoso, apenas puedes sentir llegarme cuando elucubras maniobras para desmantelar intelectualidades. No es ruidoso cuando mi mano cae sobre tu reticencia al roce con intención de perdurar. No es ruidoso cuando me ahogo, cuando expiro, cuando pido auxilio con mis cuatro dedos. No es ruidoso cuando cree sobrevivir a diez paredes derrumbadas, cuando el plafón juega a cascabel sobre mi cabeza y una tralla le recuerda "habrá más guerras". Mi cuerpo es silencioso y lo respeto. Por eso me araño en silencio, por eso hago mutis por el foro.



2 comentarios:

Luzamarga dijo...

LLévate mis besos y mis abrazos a tu mutis, vale?...no me dejas sola en mi silencio.

Te quiero, preciosa. Sé feliz.

Cecilia Sainte-Naïve dijo...

Sí, feliz, hoy sí!


Te quiero, hermosísima.