(Barcelona, 27 de septiembre de 2010)
Ahora
mi mano acaricia la felicidad,
se agarra intensamente a la vida,
degusta la suavidad y la pasión
de su tacto prolongado hasta el sueño.
Mi mano ama y reclama,
explora la alegría,
acuna mi sosiego.
(Por eso el silencio no escrito:
mi mano está ocupada en la dicha,
mi mano no puede escribir. )
6 comentarios:
Es hermoso, de lo más hermoso que he leido.
Preciosos sentimientos, enhorabuena por tu dicha.
Besos
Claro,
Mientras se vive no se escribe...
Me alegra leerte feliz. En la taberna lo celebramos con vino añejo.
:)
Sentir esa mano presionando la tuya... De las cosas más bonitas!
Ay! a estas alturas me quedaré sin leer esa "guía de viajes del desamor" prometida en la entrada: "Madrid: un nudo en el estómago". Cada día creo más a Bukowski cuando dice, "odio a los poetas que se complican la vida contra el mundo quejoso, y los poetas son malos ..."
Yo agrego que sentiré el punzón de la poeta cuando borre este posteo.
gracias por compartir tu felicidad
Publicar un comentario