miércoles, 25 de diciembre de 2013

El nido



El nido vacío


(Después del sueño)

Pequeño y cándido, mi suspiro de leche,
tu minúscula lengua de anfibio en las aguas inciertas
tanteándome, haciéndome, siéndome,
nombrándome
en la necesidad y el amor.

Pequeño y limpio, mi suspiro de leche,
con los ojos cerrados en el arrullo,
delicada fragilidad de una flor de luz
a punto de la eclosión.

Pero detente aquí, en el regazo del sueño
resguardado en mi pecho cálido y abundante,
cosquilleándome con tu vuelo imposible,
hermoso pájaro azulado que nunca nacerá.






lunes, 23 de diciembre de 2013

El cariñoso reproche


Anoche me hablaron íntimamente de mi dolor transparente,
de mi palabra tan dura, tan cáustica, tan voraz:

"Tienes que cuidar a quien le muestras tu desnudo".

A ti que me lees, pudoroso y ofendido, te pido perdón.







jueves, 19 de diciembre de 2013

Fragmento de la última carta a Bájraj


Pudo suceder.
Pudo resolverse en un espacio real, determinado.
Pudimos arder, calcinarnos en el instante máximo,
llorar luego.

Sin embargo

  Todo es asunto - del momento. 
  Y ahora - mi momento con usted ha terminado.
  Estrecho vuestra mano.



Te digo adiós.



sábado, 14 de diciembre de 2013

MARÍA JOSÉ FLORES (IV)




Como un oscuro rastro


lo delata el deseo.


Mas bebe de la hondura de los cuerpos


y olvida la desdicha que lo acecha.




Como olvidan las bocas cercadas por la sed


lo turbio de esas aguas que envenenan.




(De Un animal rozado por el tiempo)


viernes, 6 de diciembre de 2013

ÁNGEL GONZÁLEZ


Adiós. Hasta otra vez o nunca.
Quién sabe qué será,
y en qué lugar de niebla.
Si habremos de tocarnos para reconocernos.
Si sabremos besarnos por falta de tristeza.
Todo lo llevas con tu cuerpo.
Todo lo llevas.
Me dejas naufragando en esta nada
inmensa.
Cómo desaparece el monte
-me dejas…-,
se hunde el río
-en esta...-,
se desintegra la ciudad.
Despiertas...



(De Áspero mundo, 1956) 



jueves, 5 de diciembre de 2013

ALEJANDRA PIZARNIK (IV)


A UN POEMA ACERCA DEL AGUA, DE SILVINA OCAMPO



A Silvina y a la condesa de Trípoli
que emana toda la noche profecías

               O. PAZ



Tu modo de silenciarte en el poema.

Me abrís como a una flor
(sin duda una flor pobre, lamentable)
que ya no esperaba la terrible delicadeza
de la primavera. Me abrís, me abro,
me vuelvo de agua en tu poema de agua
que emana toda la noche profecías.





miércoles, 4 de diciembre de 2013

Los días asfixiados


Aunque nada sucede, los días son cortos, todo el tiempo se lo lleva un sueño forzoso de mi ensayo bajo tierra.

No sé cuánto más aguantaré. Me oprime el pecho el cadáver de un pájaro que quiso nacer, pero no supo.

martes, 3 de diciembre de 2013

El asedio


Has ganado.

Has asediado la noche
desnuda
y sitiado el laberinto.
Has incendiado la ciudad
fortificada
y pasado a cuchillo
al héroe único y amado.

Has poseído a la reina
en una neblina hechizada
remachando tu lengua
en su aterrada memoria.

Te has limpiado la sangre
y los flujos del deseo revocado
- así el viento a las cenizas-
y sin liberación ni metamorfosis
le has arrancado los párpados
para que no huya de tu vista.


Has ganado.

Tu mito culminó en mis ruinas. 
Ahora ya, victorioso,
puedes marcharte.



lunes, 2 de diciembre de 2013

Presentimiento


8/11/13
(Postal de Ámsterdam)



Anoche encontré la postal de la ciudad
lisérgica escrita en la tormenta de verano.



No decía mucho, apenas unas palabras huecas

escurriéndose torpemente por la amargura
que navegaba entre los canales ennegrecidos
y el púrpura destello de la noche encarnada.



No decía nada, nada que quisiera haber leído.

Solamente esbozabas la traición del agua
y de la muerte.







domingo, 1 de diciembre de 2013

IDEA VILARIÑO (II)


A Manuel Claps

Lo que siento por ti es tan difícil.
No es de rosas abriéndose en el aire,
es de rosas abriéndose en el agua.
Lo que siento por ti. Esto que rueda
o se quiebra con tantos gestos tuyos
o que con tus palabras despedazadas
y que luego incorporas en un gesto
y me invade en las horas amarillas
y me deja una dulce sed doblada.
Lo que siento por ti, tan doloroso
como la pobre luz de las estrellas
que llega dolorida y fatigada.
Lo que siento por ti, y que sin embargo
anda tanto que a veces no te llega.


(1942)