Como un oscuro rastro
lo delata el deseo.
Mas bebe de la hondura de los cuerpos
y olvida la desdicha que lo acecha.
Como olvidan las bocas cercadas por la sed
lo turbio de esas aguas que envenenan.
(De Un animal rozado por el tiempo)
Late, late, late, pequeñísimo corazón de un pájaro al borde de su rama precipicio.
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