domingo, 13 de mayo de 2007

MARINA TSVETÁIEVA


Ya es hora. Para este fuego
ya soy vieja.
El amor es más viejo que yo.
Tiene cincuenta eneros
la montaña.
Más viejo es el amor:
viejo como un fósil, viejo como una sierpe,
más viejo que el ámbar de Livonia,
más que los barcos fantasmas,
más viejo que las piedras, más viejo que los mares...
Pero el dolor que hay en mi pecho,
más viejo, más viejo es que el amor.

23 de enero de 1940



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias.
Tu blog me ha permitido conocer infinidad de poemas de autoras totalmente desconocidas para mí.

Sigue cultivando ese cerezo que aparentemente está helado y herido por el dolor tan "viejo como el ámbar", pero que tiene unas raíces fuertes y profundas.
Saludos y gracias de nuevo por ese regalo de blog

Cecilia Sainte-Naïve dijo...

Gracias :)


(Besos y besos)