viernes, 31 de octubre de 2008

Pequeñísima dama que no sabe del dolor



Me miro sin recordarme y siento tantas ganas de llorar.





Los días apáticos


No sucede nada, no siento nada.
Cuatro grandes vidrios insonoros
me resguardan en su cuadratura.
No me atrevo a bostezar,
menos aún a gritar por si los rompo.
En el fondo se está bien,
fuera es tan extenso el frío,
tantos peligros acechando mi carne.
Salvada del brusco trance
de pasar del silencio a los sonidos
de la vida.


BUSON (III)




Más que el cerezo
con la casita íntima
el melocotonero.


(Trad. de Antonio Cabezas)



jueves, 30 de octubre de 2008

PAISAJES (COMPOSICIÓN DE LUZ)




(4 de junio de 2008)


Suenan en la radio los valses de Chopin,
mis dedos bailan la inercia sobre mis muslos.

En el cielo una nube tiene forma de oveja, otra
de caracol, también un oso polar y una manzana.

Mi vestido negro salpicado con esas nubes de Magritte
me modela una silueta de diva italiana años cincuenta.

Todo sería tan maravilloso en este viaje en coche
de una soleada mañana de miércoles,
tan maravillosa conjunción de paisajes
si el camino no me llevara hasta tu entierro.





Sin decirme a dónde vas




W. Baziotes, Anamorphic, 1944.





Pedro Aznar, Bso de No te mueras sin decirme a dónde vas, de Eliseo Subiela, 1995.



domingo, 26 de octubre de 2008

LENINGRADO




Tanteo a ciegas los lugares extraños.
El deseo se queja de flaqueza de piernas,
el pálpito hace tambalearse a mi desorden.
Los matices que desconozco amputan dedos,
como una tentativa de escritura bajo cero.

¿Cuántos cuerpos he de atravesar aún

para encontrarle?

Kilómetros y kilómetros sin indicaciones,

traté de tatuarme en cirílico “île de beauté”,
aunque al tacto poco le importan los idiomas.



Déjà toi







Oh, Vincent, je bien voudrais être la fille qui dort sur ta veste et que tu chuchotes à mon oreille que déjà tes yeux, qu´il n´y aura rien mieux d´après.


Vincent, oh, mi Vincent, quisiera ser la chica que duerme sobre tu chaqueta y que me susurres al oído que además están tus ojos, que ya no habrá nada mejor después.


viernes, 24 de octubre de 2008

SOPHIA DE MELLO (IV)


EURYDICE


O teu rostro era mais antigo do que todos os navios

No gesto branco das tuas mâos de pedra

Ondas erguiam seu quebrar de pulso

Em ti eu celebrei minha uniâo com a terra


(De Dual, 1972)



EURÍDICE


Tu rostro más antiguo era que todos los navíos

En el gesto blanco de tus manos de piedra

Olas erguían su quebrar de pulso

En ti yo celebré mi unión con la tierra


(Traducción de Jacobo Sanz Hermida)



Diez años después





El lugar y la noche exacta, aunque no el momento. Sucedió poco después, la sala más vacía y oscura. Me acerqué a él tambaleándome, agarrándome muy fuerte a la botella de cerveza, sin atender más a timideces, dispuesta a comprobar si la magia surtía el efecto deseado en la situación indicada. Le pregunté al oído:


¿Conoces aquel poema de Sabines?

"Debí haberte conocido diez años antes, o diez años después, pero llegaste a tiempo."

Me miró maravillado, no sé si por el asombro de que conociera a ese poeta o si bien por la declaración que exhibían las palabras. No lo llegué a saber. Me quedé suspendida en sus ojos y a los tres segundos me disculpé. Salí corriendo en busca del baño, una arcada anunciaba mi desastre. Vomité mientras lloraba y la valentía se iba por el desagüe. No volvió.




viernes, 17 de octubre de 2008

JOSÉ MARÍA FONOLLOSA



PLAÇA DEL TEATRE 1

No al árbol, no a la nube, no a la estrella.
No al amor, amistad, hoy... No al mañana.
Qué gran liberación de servidumbres.
Maldita vida tanto a mí aferrada.


(De Ciudad del hombre: Barcelona)



martes, 14 de octubre de 2008

La noche en paracaídas (II)


El recuerdo de un lustro de saliva. Aquella estancia tan luminosa, con sus techos altísimos, una chimenea apagada y varios libros afilados en su ménsula. Huidobro junto a otros poetas, mi cuerpo serpenteaba en el agua. Lo supe entonces, no le podría olvidar en su habitación de una ciudad del sur de Francia. El gran ventanal miraba a una calle empedrada de pasadizos de hiedra. Todo irradiaba luz, todo estaba dispuesto para ser escrito en un poema (nunca llegó, jamás me atreví a contarlo), para pervivir en la memoria. Amaneció como en una mattina de Einaudi, el sol de diciembre incidiendo en los desnudos. Una raíz me atravesó el pecho.
Por aquella época coleccionaba amantes como souvenirs de países lejanísimos, exóticos, intransitables. Pero eso fue antes, justo antes del momento en el que no fui capaz de volver nunca más de Santiago de Chile. Incapaz de volver con la vergüenza de no haber sido lo suficientemente hermosa para quedarme reposando en las repisas de la habitación más maravillosa en la que ha dormido mi deseo.


lunes, 13 de octubre de 2008

La noche en paracaídas




3, rue de la Reine, d´une ville du sud de la France



Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos cayendo.
Ah mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los astros de la muerte.
¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los pechos cerrados.
Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado afuera. Puedes abrir con un suspiro la puerta que haya cerrado el huracán.
Hombre, he ahí tu paracaídas maravilloso como el vértigo.
Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo.
Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador.


V. Huidobro, Fragmento del prefacio de Altazor.

domingo, 12 de octubre de 2008

JUAN GELMAN


INTERRUPCIONES


La lengua del dolido jadea de amores indecibles, apenas entrevistos, como fuegos que le acechan la boca y ningún daño apaga y arden en lo que no será.


(De Salarios del impío)


sábado, 11 de octubre de 2008

La marioneta muerta






K. Kieślowski
, La double vie de Véronique

Si acaso ella


Precisas de un solo chasquido
para encenderme.
Una tímida llama oscilante.
Siento tu aliento rozando
mi nuca,
el estertor del soplido
y cómo de repente me apagas.



Si esta noche fuera ella


(Oye, Q.)

¿Por qué me llamas ojos preciosos
si no me miras más de un minuto?



Alrededor


(Después de Q.)


Veo a quien debía venir
irse a lo lejos.

El momento no se acordó

de acomodarle mi silueta.
Me quedo fuera.

El tiempo no se acordó

de mandarme un aviso.
Llegué ya tarde.

Los días se van con él

y yo sigo mirando embobada
una pantalla encendida:
lo que no ocurrirá,
lo que podría haber sido.


viernes, 10 de octubre de 2008

ALEJANDRA PIZARNIK (II)


FUGA EN LILA


Había que escribir sin para qué, sin para quién.

El cuerpo se acuerda de un amor como encender la lámpara.

Si silencio es tentación y promesa.


(De El infierno musical, 1971)



Espiralea

*





El humo fue indicio
(una espiral de fuego
que envolvió la vida),
la ceniza testimonio
de que una vez existió,
pero que ahora está muerto.

Dije bien, muerto.

martes, 7 de octubre de 2008

Ojos verdes, pelo negro



"Da, te perdono mi verso"


Su cuerpo desnudo enraizado en las sábanas
como un árbol del deseo.
Su voz de alambre susurrándole en el precipicio
"salta conmigo".
Maduraron los frutos en sus manos
y fue una caída tan dulce.

(Gotitas de lluvia sobre los cristales de Copenhague,
un aire de Satïe, "cántame un verso en francés".)

Poco importaba que la luz que se alejaba
por el túnel de estrellas
no fuera azul.



lunes, 6 de octubre de 2008

L´air de nager




Rogi-André, L´ondine (Jacqueline Lamba), 1934



"[...] elle marque ici le point culminant de mon agitation : je viens de parler de l´amour, toutes les forces de sublimation se hâtent d´intervenir et déjà je me défends anxieusement de me laisser abuser par le désir."

André Breton, L´amour fou



Tímida nota hallada en un buzón


(Para A.N.)

La hija que nunca tendré
desciende por un tobogán
en mis sueños.
Sos vos quien la recoge
en un abrazo y me sonríe.

Así es como me imagino la felicidad.





sábado, 4 de octubre de 2008

Madrugada


Papá, papá,
otra vez el miedo.
Yo te necesito
en la inmortalidad.

Cuando el cielo se vuelva oscuro...








Christina Rosenvinge, Quién me querrá (Continental 62)



viernes, 3 de octubre de 2008

MARIA-MERCÈ MARÇAL (III)



Carnívora de tu, no sé com enyorar-te.
T´he fet carn de la carn, t´he menjat
i he escopit
la teva por corcada, com els ossos als cans
-aquest cans que ara udolen,
glaçats, la teva mort.

No sé com enyorar-te, no sé com estimar-te
ara que la mort deixa
que et pugui dir de tu.

(De Desglaç)


CARNÍVORA de ti, no sé cómo añorarte.
De carne te he hecho carne, te he tragado
y he devuelto
tu miedo carcomido, como a los perros huesos
-los perros que ahora aúllan,
fríos, en tu muerte.

No sé cómo añorarte, no sé cómo quererte
hoy que la muerte deja
que te trate de tú.



(Deshielo, traducción de Clara Curell)