martes, 20 de enero de 2009

Capítulo XXV


Andanzas y desventuras de una pequeña ingenua que al tropezarse de nuevo
se partió el corazón.


3 comentarios:

Carz dijo...

¿Parestesia de corazón?

Corticoides emocionales por vía intravenosa.

Sonríe, querida Cecilia, sonríe.

Anónimo dijo...

SE PARTIÓ EL CORAZÓN...
COMO A UNA CEREZA EN EL VALLE DEL JERTE.
TODOS LOS AÑOS LA TORMENTAS U OTROS ACCIDENTES LAS ARRASAN ALGUNA VEZ, PERO ...AÑO TRAS AÑO RENACEN Y SE EXHIBEN COQUETAS Y BELLAS, DISPUESTAS A SER DEGUSTADAS POR LOS PALADARES MÁS EXQUISITOS.
EL CEREZO, AÑO TRAS AÑO,RENACE, SIGUE BROTANDO Y, HERIDO Y AJADO, BROTA PARA EL AMOR, PRIMERO MOSTRANDO SU VITALIDAD CON UN MANTO NEVADO DE FLORES Y MÁS TARDE COQUETEANDO CON MILLONES DE PENDIENTES ROJOS Y BERMELLONES.
ASÍ TE OCURRIRÁ A TI, CECILIA. SONRIE Y PIENSA EN LO QUE LE OCURRE AL CEREZO.
UN ABRAZO MUY FUERTE DE TU FAN CACEREÑO.
!Ánimo!

Cecilia Sainte-Naïve dijo...

Muchas gracias a los dos, creo que más que una caída fortuita, fue la inercia de acabar siempre en el suelo. Ahora sólo estudiar, no pensar en nadie (aunque llegan en medio de la concentración como destellos inoportunos).

Un abrazo.