jueves, 19 de noviembre de 2009

El aleteo de la niña lechuza




"Qué palabra tan preciosa, qué momento tan fascinante, el battementailes, su sonido furtivo".
Battementailes, battementailes, he repetido muy bajito, apenas un susurro. No quiero que sepa, de momento, que ha formulado la palabra mágica, que ha roto el maleficio, que ha sido así elegido (él que tanto me habla de pájaros, sin saber que uno tiembla entre sus manos) para contemplar el espectáculo del nuevo vuelo tras la herida, de la eclosión de la belleza más ardiente en el dorado de este otoño.




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