Es él quien, en su nativo francés,
redacta mi carta de despedida
(motivación para no quedarme).
Es él quien tampoco me detiene,
quien me invita a un nuevo exilio.
* * *
Mi amor es un pájaro
que no me deja acompañarle
en sus migraciones.
Late, late, late, pequeñísimo corazón de un pájaro al borde de su rama precipicio.
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