Medio año hoy cumplido y lo celebro fregando a fondo un váter, arañando restos de cal
a los que le calculo un tiempo similar.
En honor a nuestro amor, tengo que decir que hasta que no me he sentado frente a esta pantalla del diablo no me han sobrevolado estas metáforas pueriles.
Pero ahora qué, de qué forma vamos a salvar el día si mi maquinaria ya está en funcionamiento, arrastrándome hasta el pozo sin deseos. Qué voy a hacer si intento dulcificarte entre maravillosos versos (aquellos que te mereces, vida mía) y sin embargo la hoja se queda con su intacta y blanca pulcritud.
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