El amarillo, el verde, el encendido
rojo sólo para morir
bajo el tendido velo del otoño.
La luz no está en la luz, está en las cosas
que arden de luz tenaz bajo la lluvia.
Nada tiene más fuego en sus entrañas
que la melancolía ardiente de esta hora.
Nada tiene más fuego que la ausencia.
¿Llorar?
Lloradme nunca.
Me he perdido
con el aire en las bóvedas tan bajas
de un cielo que, piadoso, me disuelve.
(Días de octubre de 1996)
(De Fragmento de un libro futuro)
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