lunes, 3 de marzo de 2008

Asomada a la reja


Cosí demasiado y descosí,
siempre a la espera,
no me sirvió para nada,
nadie vino a reclamar mi trabajo,
tampoco mis pechos descubiertos,
ni mi trocito de tierra en una estrella
negra.

Me duele la punta de los dedos
de enhebrar la noche a la mañana.
Un saco tan roto es el vacío
y de nada sirvieron las puntadas.




2 comentarios:

Fernando dijo...

No es de tu condición esperar ni tejer telarañas...Embarca, el barco no te pide entrada solo que soples las velas y te encargues del timon. ¿poca cosa? No ....pero hay sitio para ti.
Un abrazo de marino

Anónimo dijo...

es hermoso, y tal vez tan triste que sólo por el dolor sea uno desgarrada a tragedias ancestrales, épicas, individuales y tan actuales... eres poesía Cesz.

un beso.