...
Escalar hasta la cumbre, aunque me sangren las manos
y tomar allí el paracaídas.
Saltar desde el pensamiento hasta la enunciación,
no temer el vacío.
Decir, simplemente, decir
te deseo.
Late, late, late, pequeñísimo corazón de un pájaro al borde de su rama precipicio.
2 comentarios:
El vértigo no es el miedo al vacío, sino a la caída.
Un beso
bueno, no para mí. creo haber conocido casi todas las clases de caídas, pero el vacío y su fondo ignoto...
un beso,carz
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