Qué le voy a hacer,
es un pájaro
que conoce los grandes
y lejanos vuelos.
No me puede querer,
no le puedo alcanzar.
Yo no estoy a su altura,
yo me veo estrellada
contra el suelo.
Late, late, late, pequeñísimo corazón de un pájaro al borde de su rama precipicio.
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