sábado, 27 de marzo de 2010

Señales de humo



Mi bosque se quema
y yo con él.
Los pájaros echaron a volar
a tiempo.
Mi amor no, mi amor quiso salvar
lo insalvable,
sacar agua de mis entrañas,
implorar a los cielos.
Vaya corazón idiota.

Huelo a carne chamuscada,
a humo desesperado
que no sabe advertir de lo que sucede.
Es normal que esté sola,
sólo a los locos les gusta
contemplar un incendio.



5 comentarios:

Emiliano Pardavila dijo...

Excelente... siendo catastrofe...epicentro y especatador...
muy bueno realmente
salud y buena suerte

J dijo...

Es así, pero es más, hay pájaros que se inmolan, atraídos a la luz cuando arden los bosques, atontados en el humo, entregados a la distancia consumida, al volver sin explicación, a sentir lo inexplicable, al dolor que lo tumbe.
A la casi indiferencia, mágica, del fuego, de la luz amada que consume. Que te mata y que no se deja amar, que no puedes consolar...

Carz dijo...

No será hoy, probablemente tampoco mañana, y quizás no sea nunca. Pero no es imposible que suceda... la imaginación y la palabra, la percepción afinada, el ánimo dispuesto y, sobre todo, el camino: usa todo eso, disfrútalo.

Un beso.

Daniel dijo...

se incendia? perfecto.
que arda total-mente.
las cenizas al viento harán honor, vacío.

Diego dijo...

El amor que no se queme, que el humo sea solo de la envoltura, del corazón...