lunes, 8 de octubre de 2007
ANTONIO GAMONEDA (III)
No hay ya más que rostros invisibles.
Me he extenuado inútilmente
en los recuerdos y las sombras.
(De Arden las pérdidas)
categoría
A la sombra de otra voz
Late, late, late, pequeñísimo corazón de un pájaro al borde de su rama precipicio.
2 comentarios:
A. Gamoneda (IV)
En tus labios se forman palabras desconocidas
Y lo invisible gira en ti suavemente.
De Cecilia
***
Tu anónimo lector; el de casi siempre
Un abrazo.
Cuando los rostros son invisibles...
no será que se te ha olvidado abrir lo ojos?
¿Sabes? Hay momentos en los que tanta poesía me duele...
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