domingo, 27 de abril de 2008

Mundo pecera (II)



"Y pensábamos en aquella cosa increíble que habíamos leído,
que un pez solo en su pecera se entristece y entonces basta ponerle un espejo
y el pez vuelve a estar contento."



El pez muerto
que siempre se supo muerto
aún encerrado en la pecera.

Pedí un ratito de branquias,
vivir como viven otros peces,
no era mucho.

Alejarme del engaño de ese espejo
que mostraba más la soledad,
la falta toda.

Agua, aire, elementos
que no me pertenecen.

Pero a quién le importa
la asfixia
de un pez que siempre
se supo muerto.


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