martes, 12 de febrero de 2008

ROBERTO JUARROZ


I- 4

Romper también las palabras,
como si fueran coartadas frente al abismo
o cristales burlados
por una conspiración de la luz y la sombra.

Y hablar entonces con fragmentos,
hablar con pedazos de palabras,
ya que de poco o nada ha servido
hablar con las palabras enteras.

Reconquistar el olvidado balbuceo
que hacía juego en el origen con las cosas
y dejar que los pedazos se peguen después solos,
como se sueldan los huesos y las ruinas.

A veces lo roto precede a lo entero,
los trozos de algo son anteriores a algo.

El aprendizaje de la unidad
es aún más humilde e incierto
que lo que sospechamos.
La verdad es tan poco segura
como su negación.


(Undécima poesía vertical)


1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy seguro de que hay un lugar del silencio que revela todos los detalles

Riettze