miércoles, 27 de febrero de 2008
quiebro
Tan estúpida frente a este nuevo dolor (una creer haber probado todo el catálogo de dolor hasta el momento en que no sabe si lamerse, si llorar, si escocerse, si vomitar).
yo me imaginaba solemne, con un verso, al fin un verso genial en los labios
pero sólo tengo esto, confusión y vidrio roto
aquella tacita de porcelana moldeada con manos de amor
estalló- "mundos tan distintos, cómo dormir contigo en una jaula, pajarillo violeta"
y lo peor es que no se debe no se debe no no se debe ya no se debe
decir nunca más te quiero
categoría
desconexiones
3 comentarios:
Los dolores siempre son nuevos. Aunque tengan un origen antiguo, siempre toman un sabor distinto de cada nuevo día.
Siempre tendrás la oportunidad de ampliar su catálogo, y el de la confusión y el vidrio roto.
Y, aunque los finales solemnes ayudan en la memoria, no mitigan el dolor, sólo la ignominia.
Y volverás a decir "te quiero" cuando no puedas evitarlo porque, aunque no lo expreses con palabras, se te escapará por los ojos.
Un abrazo.
No se debe, por eso lo hacemos.
No se debe, pero llena la boca.
No se debe, pero sabe a dulce y a miel.
No se debe, pero toda la cursilería del mundo sale cuando lo sentimos.
No se debe y, como dice Fernando, por eso lo decimos...
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