lunes, 6 de julio de 2009

CRISTINA PERI ROSSI (II)


HOTEL DE SANTS

De aquel hotel de Sants
-junto a la estación, para los viajeros
con prisa-
donde una negra tocaba el piano
melodías antiguas
(Yesterday, Feelings,
In a sentimental mood)
me fui a las cinco de la mañana
luego de hacer el amor desde temprano.

Bajé caminando por una rampa vacía
tenía el cuerpo satisfecho
leve
me puse a silbar
-melodía antigua-
y patée una lata con el pie.

No había un taxi por ninguna parte
Era el amanecer
de luces frías
Era septiembre
-patée una lata con el pie-
silbé bajito

¿sería posible que ese bienestar
se deba a la calle solitaria

al hecho -infantil- de estar en vela
hasta las cinco de la mañana
a la chulería de tener una aventura
a altas horas de la madrugada
y no al amor? (Palabra ambigua.)

Los chimpancés se frotan en pecho con las manos.
Yo, patée una lata
y silbée bajito.

La diferencia está en el cromosoma veintiuno
y no parece tener mucha importancia.

(De Habitación de hotel)


1 comentario:

Cecilia Sainte-Naïve dijo...

Era septiembre. Era un hotel de Sants. Era un cuerpo satisfecho, pero un corazón angustiado. Esta vez era Julio. Esta vez no había ningún hotel al que no volver por si acaso entre las sábanas aún respira el niño moribundo que Mario llamaba "amor".