lunes, 7 de enero de 2008

Habitación 110 (II)


Tus pechos podridos.
Tus pechos que no darán
de beber larga vida.
Tus pechos que nunca más
amamantarán a una saga
de hijas hermosamente
tristes.

Tus pechos se mueren

y mi amor se ha despertado
tarde, sediento.







5 comentarios:

Carz dijo...

Mi abuela murió siendo yo un niño y no fue hasta mucho después que comprendí el papel que había jugado en mi vida y lo que había de ella en mi personalidad. Lo curioso es que me di cuenta de todo ello después de soñarla, por sorpresa, una noche y una sensación de vacío se apoderó de mí.
Le escribí un pequeño relato, que llegó muchos años tarde, al igual que el sentimiento de quererla y admirarla como un adulto.

Un abrazo

Anónimo dijo...

También tu "plasta anónimo" vive una situación similar con un familiar muy allegado. Habitación ciento y pico de una de esas residencias tremebundas donde cohabitan el frío, la locura, la fealdad, el dolor y la inhumanidad.
¿Por qué, Díos Mío? ¿hasta cúando, Señor? .
Vivir con dignidad es algo a lo que aspiramos todos, pero desgracidamente, en mi caso, he visto en tres seres queridos la agonía y el sufrimiento durante meses y años..., y para nada.
!Qué dolor más inútil! "...Qué vejez sin honor !"

Un abrazo Cecilia.Y ojala se recupere tu abuela y sufra lo menos posible.
Te adjunto unos versos de Gamoneda que se que te gusta.

****

En la quietud de madres inclinadas sobre el abismo./

En ciertas flores que se cerraron antes de ser abrasa-/
das por el infortunio, antes de que los caballos/
aprendieran a llorar./

En la humedad de los ancianos.

En la sustancia amarilla del corazón.


(De Lápidas )

Fernando dijo...

Desde Paris te leo y te dedico estos versos escritos por un "parolier" de nombre Jean Dréjac
Il faut être artiste
Jusqu'au bout des doigts
Pour sculpter des joies
Quand la chair est triste...

Un abrazo

Cecilia Sainte-Naïve dijo...

Muchísimas gracias por vuestras muestras de afecto, por compartir vuestras historias, por regalarme esos poemas tan "touchantes".

un abrazo muy fuerte, seguiremos

Vanlat dijo...

Me gusta este poema desde la primera vez que lo leí. Me engancha, aunque sea (muy) triste. No espero que esto sea un consuelo, sólo quería que lo supieras.