viernes, 11 de enero de 2008

KEPA MURUA


SILENCIO


y le rodeaba una melena de sangre,

una pisada, un emblema


la voz retuvo la llegada, una botella

alargó la distancia,

no tenía más que recordar la madriguera

pero se detuvo, y optó por rescatar

aquello que los hombres no entienden



(De Cardiolemas)


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