La noche no es, la habitamos. En los sueños dejamos de ser hipócritas y perdemos la defensa de la razón, por eso estamos indefensos, y a veces despertamos mojados en tristeza y la humedad del alma perdura todo el día. El día no es, lo habitamos, pero con mayor coraza.
Hola,Cocò. Llegué a tu blog por casualidad buscando si en internet estaba publicado el poema "Ponte de Rodillas" de Isla Correyero.
Creo que aquí es el único lugar donde lo he visto completo.
Te quería preguntar: ¿Ya fue publicado el libro? Porque Isla me regaló ese escrito, no lo tengo ahora a la mano, pero creo el poema que yo tengo se titula "Pena tirana", aunque es exactamente el mismo.
Puse el comentario en Gamoneda porque también me encanta ese poeta.
Aunque no se trata de un espacio literario ni considero que mis textos tengan ningún valor fuera del ámbito emocional, declaro que todos los escritos de mi autoría que aquí figuran están amparados por los derechos de propiedad intelectual y se hallan registrados con el siguiente número de asiento registral: 14/2012/102
4 comentarios:
La noche no es, la habitamos.
En los sueños dejamos de ser hipócritas y perdemos la defensa de la razón, por eso estamos indefensos, y a veces despertamos mojados en tristeza y la humedad del alma perdura todo el día.
El día no es, lo habitamos, pero con mayor coraza.
Hola,Cocò. Llegué a tu blog por casualidad buscando si en internet estaba publicado el poema "Ponte de Rodillas" de Isla Correyero.
Creo que aquí es el único lugar donde lo he visto completo.
Te quería preguntar: ¿Ya fue publicado el libro? Porque Isla me regaló ese escrito, no lo tengo ahora a la mano, pero creo el poema que yo tengo se titula "Pena tirana", aunque es exactamente el mismo.
Puse el comentario en Gamoneda porque también me encanta ese poeta.
Creo en esos animales devora ojos.
alan, el libro aquí en españa fue publicado, creo, en el 2003 por la editorial DVD bajo el título de "amor tirano".
Sí, del título del libro sí estaba seguro. Yo quería preguntar por el título del poema, me imagino que simplemente cambió el nombre.
Gracias, Cocò.
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