sábado, 21 de enero de 2017
Epílogo
No me queda nada,
nada que no sea mi cuerpo,
nada más por destruir.
Jóhann Jóhannsson, By the Roes and By the Hinds of the Field, Orphée (2016)
miércoles, 18 de enero de 2017
GERTRUD KOLMAR
EL URAL
Cuando agarro la oscuridad, los peñascos hieren
mi mano.
Ahí está la cordillera que, con sus picos y hendiduras,
se yergue y encabrita como la creta de un dragón.
Ahí está el Ural.
Cadena de norte a sur, linea divisoria entre este y oeste,
muro entre dos tierras.
Tengo que apagar la lámpara para que aparezca, para que se
arrastre ante mí, gigantesco reptil, en mitad de la noche.
Porque así surgen sus masas de piedra, y sus bosques proceden
de mi alma.Y el aliento de mi boca se mece humeantes sobre la nieve
del Yamán-Tau, mi cima eterna.
Medito.
Torpes osos peludos trotan gruñendo fuera de sus cuevas,
los hocicos de los lobos husmean en el pantano,
martas cibelinas de pelaje marrón se arrastran sin hacer ruido.
Yo misma creé el rostro velludo, terrorífico del mochuelo
de ojos amarillos
y las aguas saltarinas de la fuente para el gran pez gris plateado
y la negra floresta para el crepitar de las alas de pesados urogallos,
la garra dorada de mi águila real...
Pero la raíz del gran abeto de melenas sombrías se hunde
en las profundidades, comprimiendo ciega, sin ojos,
cámaras inagotables, tesoros apilados, amontonados,
que aquí son verdes: la serpentina de piel de culebra, víbora bajo
las piedras, y la malaquita, como follaje petrificado,
y la crisoprasa, más clara, que no puede ver el sol, porque ávido
le absorbe el brillo de manzana, la decolora.
El mineral precioso centellea; esparcidos, los granos de rubí
atraen los picos de aves subterráneas con cabeza de martillo.
Las almendrillas maduran, rellenas de ágatas multicolores;
la calcedonia se hincha como una uva;
y el mármol marrón rociado de conchas naranjas
resplandece...
Todo esto es hermoso.
Pero tengo también otras cosas, repugnantes, adversas:
cráteres en sombra, en los que se agazapa un monstruo,
un medio ser, que se me escapó antes de que yo hiciera
palpitar su corazón.
Mudo, ahogado, avanza hacia mí y, aunque me estremezco,
no bajo la mirada.
Aguarda la redención...
Algún día, tal vez, algún día
bajo un cielo opaco, frío, sin estrellas,
cuando el viento de la noche silbe en voz baja
como una monstruosa rata gris,
los tocones de los árboles, pedazos de dientes podridos,
se agazapen en la boca de la tierra,
los copos, espectrales, extiendan sus mortajas
sobre la turbera extinguida...
Entonces me dirigiré hacia allí
y, con las manos en el pecho tembloroso, me inclinaré
sobre el abismo.
De Mundos, 1937. (Traducción de Berta Vias Mahou)
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A la sombra de otra voz
SAFO
* * *
Un igual a los dioses me parece
el hombre aquel que frente a ti se sienta
de cerca y cuando dulcemente hablas
te escucha, y cuando ríes
seductora. Esto - no hay duda- hace
mi corazón volcar dentro del pecho.
Miro hacia ti un instante y de mi voz
ni un hilo ya me acude,
la lengua queda inerte y un sutil
fuego bajo la piel fluye ligero
y con mis ojos nada alcanzo a ver
y zumban mis oídos;
me desborda el sudor, toda me invade
un temblor, y más pálida me vuelvo
que la hierba. No falta - me parece-
mucho para estar muerta.
(Traducción de Aurora Luque)
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A la sombra de otra voz
lunes, 16 de enero de 2017
El último final
No sabía que hoy era el día más triste del año. Tal vez eso explique por qué el punto y final se ha anudado en mi pecho sin dejarme respirar, solo llorar, llorar y llorar que ya no pueden existir más letras ni más vidas más allá de este momento. Que éste es el definitivo y último final.
domingo, 15 de enero de 2017
Despedida en el frío
Las cuencas de los ojos de la pequeña ciega arden de tanto llanto en combustión. Se abraza a este árbol helado, a las páginas que no sirven para nada. Tiene tanto frío, la inclemencia del cuerpo que se abandona. Se abraza al árbol, al cerezo helado, al cobijo frío. Se abraza desesperada a lo único que es capaz de alcanzar. Las cuencas de los ojos arden. Y se hace el milagro: el árbol empieza también a arder.
En el incendio todo desaparecerá.
(Gracias por diez años de palabras sin rostro y de cariño furtivo.)
He soñado con la ciudad en la que fui deseo
Creía que solo me querían por mis ojos. Por eso un día, para poner a prueba mi sospecha, me los arranqué y los arrojé al viento (cayeron rodando a la zanja, por el sonido de su música sé que no fueron muy lejos). Ciega, no he podido agudizar el tacto. Aunque sentí como ya sin ellos, aquellos reclamantes del deseo se fueron marchando. Alguno tardó un poco más de lo esperado, lo hizo a tientas. Ya no queda nadie, soy capaz de oler el abandono.
(Y qué estúpida idea mutilarme por una nada que ya existía)
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Duermevela
El dolor también es un canto
El dolor también es un canto. Un gloria en las alturas celestiales que se hacen añicos para llovernos encima sus ruinas.
A veces imagino a dios como una araña imperceptible tejiendo una gran niebla. Sólo los ojos condenados son obligados a ver a través de ella la oscuridad de la nieve, el lodo del agua más pura, la piel espantada con el solo roce de una hebra al atravesar el follaje donde los otros están cegados, enredados en la viscosidad complaciente de la sutilidad de sus hilos.
Una baba cayendo lentamente de una boca enmudecida que solamente es capaz de entonar un canto:
Gloria en la inmensidad de tu terrorífica altura.
A. Vivaldi, Laudate pueri (Psalm 112) RV 601: VII. Gloria. Magda Kalmár (soprano)
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desconexiones,
Temblar en la música
viernes, 13 de enero de 2017
ROSE AUSLÄNDER
MÁS
Del capullo de fuego enrollado
sol una luz sin escorias
Antiguo secreto
graba en tu piel
obstinada escritura
La aguja
se entierra en tu tejido
Grietas tiene el sol de pronto
tú no sabes
cuándo ensarta la llama
obsceno un vientre en la mandorla
Sombra tu paso
asombrado llevas tú la carga
de alas incrustadas
De la costilla del cielo pelado
Sol eterna Eva
con manzanas rojas juego de pelota
absorbe tu aliento
su aroma
De la trama arterial brota una pluma
la luz del mar hunde
más sombra
más
De Aún queda mucho por decir.
(Trad. de Nuria Manzur Bernabéu)
MEHR
Aus dem Feuerkokon gerollt
Sonne ein Licht ohne Schlacken
Uraltes Geheimnis
ritzt zähe Schrift
in deine Haut
Der Zeiger
wühlt sich in dein Gewebe
Sprünge hat plötzlich die Sonne
du weißt nicht
wann schlägt die Flamme ein
obszön ein Lieb in der Mandorla
Schatten dein Schritt
verwundert trägst du die Bürde
verkrusteter Flügel
Aus Himmelsrippen geschält
Sonne ewige Eva
Ballspiel mit roten Äpfeln
dein Atem fängt auf
ihr Aroma
Im Aderwerk springt eine Feder
das Lichtmeer versinkt
mehr Schatten
mehr
Es bleibt noch viel zu sagen, 1978.
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A la sombra de otra voz
jueves, 12 de enero de 2017
“Pallaksch, Pallaksch”
He aceptado la derrota.
El destierro de Marina,
el silencio de Celan,
las piedras de Virginia,
el bosque de Chantal,
el encierro de Emily,
el dolor de Holan,
la noche de Alejandra.
He aceptado la derrota,
esquirlas, balbuceos
de voz quebrada leyendo
en cada letra mi fracaso,
la total imposibilidad
junto al áspero tronco
de este árbol
que no da sombra ni luz,
que ya no puede crecer más.
(Se acerca el final)
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Temblar en la música,
Verso - voz
miércoles, 11 de enero de 2017
Borrador del frío
Ha deambulado por los espacios
del frío
desnudareclamando la piel del otro.
Ha lamido la herida abierta
para saber si podía sangrar.
Errática y raquítica,
huesos deshilachados,
ha olvidado para qué servían
sus pies, sus manos,
y por qué una mañana de lluvia
le dieron un nombre
y su abrigo.
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Verso - voz
sábado, 7 de enero de 2017
Poética (sin descanso ni paz)
Me he muerto de poesía
que no servía para nadie.
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desconexiones,
Verso - voz
CHANTAL MAILLARD
Nadie puede seguir el curso de dos ríos
bajo las mismas nubes o las mismas estrellas.
Permanecí donde confluyen y quise retenerlos,
mas siguieron su curso
bajo otros cielos, otras nubes.
De Poemas a mi muerte (1989)
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A la sombra de otra voz
viernes, 6 de enero de 2017
¿Nos salvará la música?
Alguien tiene una nada que decir. Pero se calla.
Esta noche prefiere dormir.
* * *
J.S. Bach - Variaciones Goldberg, BWV 988 (Zhu Xiao-Mei, piano)
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Temblar en la música
jueves, 5 de enero de 2017
Marinas
IV
En la sal, en la verticalidad de la última luz.
Convertir las olas en pira sacrificial porque la culpa
es un veneno sin antídoto.
Dejar que los peces me besen la lengua rota.
Ponerme un collar de algas, soga marina.
Embellecer en el naufragio.
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Verso - voz
domingo, 1 de enero de 2017
MARINA TSVETÁIEVA
UNA CITA
A la cita contigo llegaré
aunque tarde. Recogeré
la primavera, llegaré con el pelo gris.
La has fijado muy arriba.
Iré infinitamente... Ofelia siempre recuerda
el gusto de la artemisa.
Atravesaré montes, y plazas,
atravesaré almas, y manos.
Vivir muy despacio la Tierra. Lluvias
de sangre. Cada gota, una cala.
Pero siempre la cara de Ofelia
en la amarga hierba, como un arroyo.
Aquélla que, por un sorbo de pasión,
tragó arcilla. Toda clase de flores.
Muy alto yo te amé:
me enterré en el cielo.
18 de junio de 1923
(Trad. de Monika Zgustova y Olvido García Valdés)
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A la sombra de otra voz
sábado, 31 de diciembre de 2016
Las vencidas
Todo día es un ensayo de tinieblas, de imponer un olvido tras otro olvido mientras se atraviesa, de puntillas, un campo minado.
Cada día es un recordatorio de imposibilidad para los vencidos.
Día a día, un rostro se dibuja con pigmentos de sangre mostrando el revelado de la escena de aquello que, sin embargo, nunca ha de olvidarse: la sombra diminuta de un cuerpo mutilado que perdió batalla de vida contra su madre. El silencio helado de esta zanja.
H. Górecki, Sinfonía n.3, Op. 36
lunes, 26 de diciembre de 2016
Marinas
Costa de la luz
El horizonte partido.
Un pez plateado
cortado por la mitad.
Su sangre iluminada
llenándome los ojos,
cayendo gota a gota
en el cuenco metálico
de mi sacrificio.
II
La luz derramándose
en las aguas oscuras
del último invierno.
III
Cerrar los ojos y oler las olas:
ondulación vibrante de la música
de mi muerte.
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La sombra vibra - la muerte vibra,
Verso - voz
sábado, 24 de diciembre de 2016
Sanar
Silenciar tu música.
Silenciarte.
Borrar así tu huella.
Limpiar la herida.
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Temblar en la música,
Verso - voz
sábado, 17 de diciembre de 2016
GERTRUD KOLMAR
SIN FRUTO
Las mujeres del oeste no llevan velo.
Las mujeres del este se lo quitan.
Quisiera esconder mi rostro bajo un velo oscuro;
pues ya no es agradable a la vista, ya no es hermoso, está grisáceo,
agrietado, como las piedras de un fuego exangüe, frío.
Mis cabellos, espolvoreados de ceniza.
Así quiero esperar sola en el crepúsculo en el banco estrecho,
de alto respaldo,
así quiero quedarme sentada, mientras la noche vacilante
se hunde a mi alrededor ,
un velo negro.
Me envuelvo en él, cubro mi rostro.
Pero mis ojos están fijos...
Veo. Siento:
por la puerta cerrada entra sin hacer ruido
un niño.
El único que me estaba destinado y al que no he dado a luz.
Al que no he dado a luz por culpa de mi pecado. Dios es justo.
Y yo guardo silencio y no me quejo, llevo y escondo su cabeza,
y así puedo buscarla
alguna noche.
Un varón.
Sólo ése: tierno, mudo, implorante, con suaves, sombríos rizos,
bajo la frente morena los ojos verde grisáceo de mares
desconocidos de aquel al que amé,
al que todavía amo.
No me teme, no retrocede tembloroso ante las caricias
de los labios, de las manos ajadas.
Se acerca, su terciopelo azul roza mi brazo, y sus dedos
pequeños, juguetones, me agarran el alma,
la afligen.
A veces me trae su canica, la oscura, con vetas doradas,
la llamada ojo de tigre,
o también una flor, un pálido narciso,
o una caracola, rojiza, con verrugas. La alza con delicadeza
hasta mi oído, y yo escucho el murmullo.
Una vez
en mitad de la noche, una noche de invierno,
me desperté y miré a través de las sombras:
el que me amaba descansaba sobre mi lecho y dormía.
Su respiración era el murmullo de una caracola en medio del
silencio.
Escuché con atención.
Dormitaba profundamente, protegido de ese modo por mi amor,
entre sueños que desplegaron sobre él las alas púrpuras, como
el jugo de la granada llena de semillas
que habíamos compartido.
Paz.
Yo era feliz y me levanté y me senté, orando con fervor,
e incliné de nuevo el rostro y lo apoyé en mis manos y balbucí
un agradecimiento tras otro.
De mi sangre
brotó una rosa...
Ésa fue la noche del origen,
que quiso la bendición, noche de la súplica no susurrada, pero yo
no te engendré.
Mira a tu madre llorando...
También tú morirás.
Mañana cogeré una pala y, bajo los arbustos de bayas de nieve,
te enterraré.
De Mundos, 1937. (Traducción de Berta Vias Mahou)
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A la sombra de otra voz
viernes, 16 de diciembre de 2016
Mientras duró el olvido
Viniste sin avisar. No te había reclamado. Habían pasado tantos años y, sin embargo, algunas noches de insomnio recordaba todavía el sabor del vino blanco, las tímidas palabras, los ojos extraños, las caricias oscuras. Me hiciste olvidar y fui animal agitado, violentado, rendido. Mi pequeña dentellada inofensiva, tu aullido enajenado, un rayo fulminante, el cielo hecho pedazos, pájaros heridos abandonándonos, casi muertos, el sudor como llanto de tu sien. Llegaste y me hiciste olvidar y confundir delicia con dolor. Luego el perdón mudo en el último abrazo. Y otra vez, la pérdida hecha costumbre, la lejanía de un tren.
domingo, 11 de diciembre de 2016
Czarne włosy*
Debido a F.
Encender la noche, la única noche,
injertándome en bulbos de luz.
* * *
* Black hair en polaco.
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Temblar en la música,
Verso - voz
sábado, 3 de diciembre de 2016
Levedad
Parc de C. B.
Me piden que mire al cielo, a la copa de los árboles, que me deje eclipsar por la luz. Que vea el día. Obedezco. Madrugo. Casi sucede el milagro.
El pajarito rechoncho que se acerca audaz y escapa, el cromatismo dorado que ciega a mis ojos hechos de sombra, el crepitar de las ramas en la ausencia de ruidos. Casi el milagro...
Una hoja allí arriba se tambalea. Me piden un verso de vida. Mi lengua lenta y perezosa trata de balbucear, de recomponer los sonidos. Pero enmudezco. Porque qué le importa a esa hoja - al mundo - si yo la contemplo y lo digo, si me ciego y me silencio, si la veo o no caer.
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La sombra vibra-la vida vibra
martes, 29 de noviembre de 2016
Letraherida - "Che si può fare"
Las letras me hirieron con crudeza. Leerlas, trazarlas, habitarlas. Dárselas a él, a los otros, recogerlas del suelo, curarlas-me de su invisibilidad. Hay ojos que solo deberían saber del cielo y de las aguas: hacia dónde emigran los pájaros, con qué viento llegará la tormenta, en qué momento el retroceso de las olas acabará en un embate violento.
Recuerdo nítidamente el primer momento en que puso el lápiz entre mis manos y el dedo con el que iba señalando mi voz infantil.
Llorar hacia dentro, salinizar en columna dorsal, ensayar la caída, romper el tímido borrador del fracaso, tomar la mirada del loco que incendia los bosques y arrojar los libros al fuego.
¿Qué puedo hacer?
Cerrar los ojos.
Callar.
domingo, 27 de noviembre de 2016
GLORIA FUERTES
LA VIDA ES UNA HORA
La vida es una hora,
apenas te da tiempo a amarlo todo,
a verlo todo.
La vida sabe a musgo,
sabe a poco la vida si no tienes
más manos en las manos que te dieron.
Al final escogemos un lugar peligroso,
un pretil, una vía,
la punta de un puñal donde pasar la noche.
De Todo asusta (1958).
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A la sombra de otra voz
jueves, 24 de noviembre de 2016
Cuando ni siquiera la música
Ni la noche ni el día podrán distinguirse.
El pozo seco será una extensión de la boca que no necesita beber, de la voz que ya no necesita el auxilio.
El pozo seco será una extensión de la boca que no necesita beber, de la voz que ya no necesita el auxilio.
Cuando ni siquiera quede la música el ser se doblará en su sueño de haber creído nacer para moverse en la ilusión de las esferas.
Nacer - desnacer. En medio nadie nada. Solamente la música. Hasta que acabe.
Antônio Meneses & Maria João Pires - Bach: Pastorale BWV 590 (arr. Roemaet-Rosanoff)
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desconexiones,
Temblar en la música
BLANCA VARELA (V)
Noche afuera
ascender de la noche
hacia la oscuridad más plena
hasta encontrar agua que no se bebe
ni corre bajo el pie
agua que no se oye
ni se ve
o esperar en la boca del pozo
que se cierra
la cuerda que es carne de mi lengua
que te dice y te cuelga
El falso teclado, 2000.
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A la sombra de otra voz
lunes, 21 de noviembre de 2016
Treintaitrés
Pesan tan poco las piedras,
tanto los pétalos de las flores.
Quédate el amor que como a nadie
le fue dado,
tan grande para un ser formado
en la ausencia
en el hambre
en la sed.
Ya ha empezado a llover.
Ya han empezado a llorar.
El sueño es un hondo y largo río.
"Dearest,
I feel certain I am going mad again. I feel we can’t go through another of those terrible times. And I shan’t recover this time. [...] You have given me the greatest possible happiness. You have been in every way all that anyone could be. I don’t think two people could have been happier till this terrible disease came. I can’t fight any longer. I know that I am spoiling your life, that without me you could work. And you will I know. You see I can’t even write this properly. I can’t read. What I want to say is I owe all the happiness of my life to you. You have been entirely patient with me and incredibly good. I want to say that – everybody knows it. If anybody could have saved me it would have been you. Everything has gone from me but the certainty of your goodness. I can’t go on spoiling your life any longer.
I don’t think two people could have been happier than we have been."
domingo, 20 de noviembre de 2016
Previsiones
Mañana será lunes 21 y lloverá.
A diferencia de aquella mañana de lunes lluvioso
del 21 de noviembre de 1983,
del 21 de noviembre de 1983,
alguien muy pequeño y empapado en flujos y sangre
estará desatendido,
sin el coro que le envuelva en aliento, dicha y vida.
La placenta será un teléfono roto, apagado.
El cordón, la soga de un larguísimo sueño.
A diferencia de aquella mañana de lunes lluvioso,
El cordón, la soga de un larguísimo sueño.
A diferencia de aquella mañana de lunes lluvioso,
no nacerá,
sino todo lo contrario.
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La sombra vibra - la muerte vibra
lunes, 14 de noviembre de 2016
La última luna
Te veo alejada y borrosa, como todo lo demás. No me ha extasiado ni tu brillo ni tu cercanía. Solamente, bajo la neblina, creí ver en tu blancura la cara de una niña aterrorizada. Quizás un fantasma en el reflejo de un estanque de leche.
Nada especial, como esta última semana, mi última luna.
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La sombra vibra - la muerte vibra
martes, 8 de noviembre de 2016
CHANTAL MAILLARD
Ofuscada dis
traída de la acción
rutina
araña errática
en su afán por
seguir tejiendo
acierta
justo allí
donde el desgarro.
De La herida en la lengua, 2015.
categoría
A la sombra de otra voz
domingo, 6 de noviembre de 2016
Misa de Réquiem K 126
Durante el ensayo previo al concierto en el Palau de la Música
No dejaba de mirar el techo, las flores, las ramas, la luz colorida de las vidrieras, toda esa belleza modernista. Iba leyendo la magnificencia de los nombres de los grandes compositores. Sonaban las voces, la música. Mi canto. Y no sentía nada. Era hermoso, sí. Pero nada. A veces me dejaba oír y me decía terriblemente extraña, excluida, un animal fuera del hábitat al que sin embargo pertenece - o creía pertenecer. Y sé por eso que estoy más cerca de la muerte de lo que he estado nunca. Y lo más terrorífico es que lo siento con tanta serenidad, con tanta naturalidad que no se trata de reclamo o amenaza, sino constancia de los días que se van agotando junto al cuerpo.
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La sombra vibra - la muerte vibra
lunes, 24 de octubre de 2016
Desmembramiento
El cuerpo habla del cuerpo
El cuerpo le habla al cuerpo
Materia tangible y maleable
De una malherida opacidad
categoría
veo-imagino,
Verso - voz
lunes, 17 de octubre de 2016
"Erbarme dich"
Encontrar a dios. Fulminarlo. Perderlo. Fulminarme. Perderme.
Sólo sobreviviré en la música.
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Temblar en la música
miércoles, 12 de octubre de 2016
Pequeña Eurídice
Le dijo la pequeña Eurídice mordida por las olas:
"No vengas a buscarme, mamá, no regreses, no cantes.
Ni siquiera la música puede calmar a tus fieras.
Viviré eternamente en tu vientre, dentro de ti. En tu infierno."
Ni siquiera la música puede calmar a tus fieras.
Viviré eternamente en tu vientre, dentro de ti. En tu infierno."
lunes, 3 de octubre de 2016
No decir
No ser. No decir. No más.
Ira. Irme. Solamente irme.
Déjame irme, palabra.
Déjame irme, vida.
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desconexiones
Norrsken
Antes de cerrar los ojos, llenarme de la última luz. No la más blanca, sino la de un zorro que cruza un cielo verde para despedirme.
Me voy sin mi sueño secreto: haber llorado abrazada a ti bajo las auroras boreales.
Karin Borg · Norrsken
https://open.spotify.com/track/3toYHht60pj16nNK0e2HZy
Grado 0
Cuando escribía, las manos eran el deshielo de mis silencios. Escribía porque no sabía decir de otro modo. Sin embargo, ahora, el proceso se invierte. Mi cuerpo a temperatura ártica mutando en sacudidas de temblor y llanto: el agua se vuelve hielo, las manos se vuelven hielo, rígidas como la palabra escrita en el corazón incorrupto del ámbar.
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desconexiones,
La sombra vibra - la muerte vibra
jueves, 29 de septiembre de 2016
JUANA CASTRO
DESTIERRO
Yo no soy de esta tierra.
Era ya extranjera en la distancia
del vientre de mi madre
y todo, de los pies a la alcoba me anunciaba
destierro.
Busqué de las palmeras
mi voz entre sus signos
y perforé de hachones
encendidos la amarga
región del azabache. Yo no sé
qué vuelo de planetas torcería
mi suerte.
Sobre el mudo desvío, sé que voy,
como víbora en celo, persiguiendo
el rastro de mi exilio.
Era ya extranjera en la distancia
del vientre de mi madre
y todo, de los pies a la alcoba me anunciaba
destierro.
Busqué de las palmeras
mi voz entre sus signos
y perforé de hachones
encendidos la amarga
región del azabache. Yo no sé
qué vuelo de planetas torcería
mi suerte.
Sobre el mudo desvío, sé que voy,
como víbora en celo, persiguiendo
el rastro de mi exilio.
No encontrará mi alma su reposo
hasta que en ti penetre
y me amanezca
y ría.
hasta que en ti penetre
y me amanezca
y ría.
(de No temerás, 1994)
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A la sombra de otra voz
sábado, 10 de septiembre de 2016
DANIELLE COLLOBERT
noircir son corps - la corrosion - recouvrir la peau - qu´il n´y ait plus une parcelle à inciser - un paysage de cicatrices - ses rides - ses plis - son vieillissement
pas d´autre issue au corps - le rétrécissement des surfaces - retrait à
l´os - replis à l´os - au fur et au mesure des mots - tenir au monde ainsi peut-être
Il donc
martes, 6 de septiembre de 2016
Incapacidad
Tratar de escribir. Incapacidad.
Las letras empiezan a lloverme
violentamente sobre los ojos,
como una tormenta de agujas
sin el hilo sagrado de las grandes tejedoras.
Ciega.
miércoles, 31 de agosto de 2016
Elábuga, 31 de agosto de 1941
![]() |
Marina Tsvetáieva |
Marina. Un crujido atraviesa los decenios.
Tu cuerpo murió, no tu canto.
La poesía es inmortal.
La imposibilidad del amor absoluto, también.
domingo, 28 de agosto de 2016
jueves, 4 de agosto de 2016
MARIA VICTORIA ATENCIA
FINAL
I have a cat in mind.
T.S. Eliot
Es cierto que abandonó una noche su lugar de acomodo
a mis pies de la cama, cuando yo estaba hecha a su calor
y sin duda ella al mío después de casi veinte años
-¿dura tanto una vida?- de convivencia, amor y entendimiento.
Sin duda quiso ahorrarme el horror del final. Y se fue.
[ Sencillamente
se fue, felinamente, sin que yo alcance a adivinar adónde.
Málaga 17/11/01
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A la sombra de otra voz
miércoles, 3 de agosto de 2016
Duelo
Siempre he vivido anticipándome al dolor. Por eso, cuando llegó, ya lo esperaba. Por eso, cuando ha llegado, ya lo conocía.
domingo, 24 de julio de 2016
Marina,
me estoy enterrando, yo también.
Pero no sé si muy alto o muy bajo.
Si en el cielo, si en la ciénaga.
* * *
Idealizamos el fuego sin saber que
sólo somos
una rama más (otra, cualquiera)
ardiendo en un bosque abandonado.
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